Por Andrés Cornejo

La agrupación inglesa regresa con nueva música luego de pasar 2 años sobreviviendo a la pandemia y al encierro. El ambiente se veía denso, en especial para el vocalista Rou Reynolds, quien tuvo un bloqueo de inspiración para escribir, según nos comenta, pero que pudo sobrellevarlo y logró de escribir uno de los discos que definirá la carrera de Enter Shikari para siempre. Eso y más lo puedes leer a continuación…

¿Cómo podrían describir “A Kiss for the Whole World»?

Es el comienzo de nuestro segundo acto, algo como Enter Shikari 2.0. Acabamos de pasar por un largo periodo donde no tocamos ningún show y yo no podía escribir nueva música, sentía que había perdido esa habilidad. Por lo que fue como una parada total de lo que hacíamos. Entonces este disco llegó y fue una explosión de energía emocionante, por lo que siento que este es el renacimiento de la banda.

¿Cómo fue la experiencia de grabarlo en una granja desconectados completamente del mundo?

Arrendamos una casa campestre, la cual estaba casi arruinada y vieja. Éramos solamente nosotros 4 junto a nuestro ingeniero George, a diferencia de un estudio que tienes una gran cantidad de asistentes, por lo que básicamente construimos nuestro propio estudio. Utilizamos energía solar para grabar, por lo que no podíamos hervir la tetera y grabar las guitarras al mismo tiempo (risas), también teníamos que cortar madera para la chimenea.

¿Cuánto tiempo pasaron ahí?

5 semanas. Las canciones ya estaban previamente escritas y en la granja lo grabamos

Escuchando estos tres últimos adelantos están fuertemente acompañados de elementos electrónicos. ¿Qué artistas de música electrónica los ha inspirado?

Mucha gente me ha dicho que <<Bloodshot>> se parece a The Prodigy, y ellos fueron los primeros artistas electrónicos que escuché en mi vida cuando tenía 11 años. De ahí en adelante me obsesioné por la música electrónica como el Drum & Bass, luego en Londres vimos el nacimiento del dubstep. No podría nombrarte artistas pero sí se me vienen a la mente discográficas como Hospital Records, Vision Records, etc.

Viendo el tracklist del disco me llamaron mucho la atención las dos últimas canciones Giant Pacific Octopus ¿Qué nos puedes adelantar de esto?

La letra de ese tema dice: “Soy un camaleón -no, eso es muy vulgar- Soy un enorme pulpo pacífico listo para matar” (risas). Básicamente empecé con la ya agotadora metáfora del camaleón como un animal que cambia su piel al igual que nosotros. Y la canción trata sobre eso, de preguntarse ¿Quién soy?. En fin, creo que un pulpo es más genial que un camaleón (risas), no creo que nadie haya hecho una canción sobre un gigante pulpo.

Y con respecto a las letras ¿Cuál es el mensaje principal de este LP?

No hay uno en específico, ya que no pude escribir en 2 años, por lo que tenía muchos sentimientos acumulados. Pero por ejemplo lo que conversábamos recientemente sobre <<Giant Pacific Octopus>> del mensaje de descubrirse a uno mismo aparece mucho en el álbum. También sobre poder en <<Bloodshot>>, alegría como en el tema homónimo. Pienso que la alegría actualmente es distinta a lo que era, es más frágil y difícil de mantener, ya que siempre estamos plagados de las cosas feas que pasan en el mundo. Cada semana hay una nueva crisis y más difícil es aferrarse a la alegría.

Sobre las crisis que mencionas y viendo los tiempos que estamos viviendo ¿Crees que la música cumple un rol esencial en las revoluciones?

Sí, puedes decir mucho con la música, incluso con pocas palabras. Al tocar música frente a la gente sabes que van a sentir algo, y es lindo eso porque significa que todos somos iguales. En el fondo, la música es una fuerza unificante.

En temas de revoluciones, la música es un combustible. Puedes sentirte poderoso, y esa es una de las temáticas del LP, sobre cómo la gente de gran riqueza y poder quieren que nos sintamos débiles, porque así no actuamos ni peleamos.

¿Han pensado en la posibilidad de venir a Chile?

De hecho este va a ser el primer disco que podamos girar en sudamérica. Estamos en discusiones actualmente pero definitivamente queremos ir.