Por Andrés Cornejo

7 años demoró para que el trío Blonde Redhead regresara al estudio para volver a experimentar y crear composiciones interesantísimas. Pasando desde el noise rock en la década de los 90s hasta crear notables discos de shoegaze y dream pop hasta el día de hoy como “23”, “Misery Is a Butterfly” y el esperado “Sit Down For Dinner” que se estrenará a fines de septiembre.

El hombre de las baquetas, Simone Pace, nos comenta en exclusiva cómo se pudo reunir la banda luego de tantos años, el proceso de composición y los secretos que guarda este nuevo LP, y sus comidas favoritas.

 

Este año cumplen 3 décadas haciendo música ¿Cómo se sienten al respecto?

Creo que somos bien afortunados porque no muchas bandas duran demasiado, no puedo explicar por qué hemos durado tanto, pero yo nunca pensé que deberíamos parar. Ahora la banda es algo importante en mi vida y estoy seguro que lo es para Amadeo y Kazu también.

 

¿Alguna vez creyeron que durarían esa cantidad de tiempo?

Nunca me lo imaginé siendo honesto sabes, el tiempo avanza tan rápido y pensando en todo lo que hemos hecho no parece que fue hace mucho. Hacemos un disco, luego un tour, la vida sigue y después hacemos otro y así… Si me dijeras que lograríamos estar 30 años juntos te diría ¿En serio?!

 

Si escuchamos su disco debut con los adelantos de “Sit Down for Dinner” se nota una gran evolución. ¿Cómo creen que definirían su música ahora?

Creo que ha sucumbido a un lugar natural. Este nuevo disco es honesto y expresa cómo nos sentimos actualmente. En mi opinión cada álbum marca un periodo de tiempo, en “Penny Sparkle” somos extraños pero fue bueno correr el riesgo y no hacer siempre lo mismo, y ahora “Sit Down For Dinner” se siente el disco correcto por ahora. Realmente me encantan las canciones, no puedo esperar a tocarlas en vivo, de hecho las estamos ensayando ahora. También es bueno tener un gran repertorio y poder tocar algo distinto todas las noches, es divertido.

 

Han pasado 7 años para que volvieran a lanzar su nuevo álbum quería saber ¿Por qué se han demorado tanto?

Lo último que lanzamos fue un EP llamado “3 O’Clock”, sé que es un disco corto (4 canciones) pero aún así tomó trabajo. Desde ahí ha sido un periodo extraño con Kazu lanzando un álbum solista y yo fuí papá, seguíamos haciendo shows pero no nos sentíamos listos para hacer música hasta que la gente empezó a pedirnos grabar. No fue hasta el 2020 cuando Kazu regresó a Estados Unidos para empezar nuestro tour con Tool, ella vivía en Italia en ese entonces, y con la pandemia ella se quedó atascada con nosotros y la gira se canceló. Una vez reunidos pudimos arrendar una casa, empezamos a grabar y así sucedió. La pandemia logró la grabación de este disco de alguna manera porque nos obligó a estar juntos, o si no Kazu seguiría en Italia, ella no quería regresar (risas).

 

¿Qué música escucharon durante el proceso de grabación?

Las ideas de las partes rítmicas vienen de la música que escucho y también trabajando con Kazu y Amedeo, tratando de averiguar en qué dirección llevar la canción.

 

Vi en su episodio de “What´s in my bag” de Amoeba Records que a Kazu le fascina la música clásica. ¿Crees que hay alguna inspiración de ahí?

Definitivamente, la música clásica ha sido parte de nuestras vidas desde que estábamos en Italia, ya que nuestros familiares eran compositores por lo que escuchábamos mucho en nuestra casa. Es bien rico en melodías y armonías, también es complejo lo cual nos atrae bastante eso. Pero en específico este LP tiene muchas influencias en la música brasileña, queríamos un disco que sonará igual de bueno que los de Seu Jorge y Milton.

 

Me llama mucho la atencion el titulo del disco es algo muy familiar y unificante el término de sentarse a comer junto a más personas. Quería saber ¿A qué va el nombre?

Kazu sacó el título de un libro que leyó y la historia es un tanto triste y oscura, porque es sobre gente que muere mientras comen.

Oh…

(risas) Sí, pero yo sentí lo mismo que tú porque para mi tradicionalmente la cena siempre fue importante y lo sigue siendo, es el momento donde todos están y disfrutan juntos, amo cocinar y la comida, y me imagino que en Sudamérica la cultura culinaria es gigantesca. Así que pienso que relacionar eso con el título es totalmente aceptable.

 

Si pudieras tener la última cena de tu vida ¿Qué comerías?

Mmm… Quizás algún tipo de comida siciliana, un mix de pescado frito con carbonara. Es algo que amo mucho este mix frito de calamar, pulpo y pescaditos con jugo de limón encima, lo comemos mucho en Italia se llama Fritto Misto y me imagino que también ustedes lo tienen. Lo otro que comería es una receta que mi abuela solía hacer tan bien de Caponata. eso junto a lo anterior más un vino.