Por Alexis Paiva Mack

Son las 10:00 AM en Los Ángeles, mientras Aluna Francis prende la cámara de su computador para acceder a nuestra cita vía Zoom. Los cuadros que sostienen vinilos dorados brillan desde su posición en la pared, mientras que su camisa con estampados de Bleach (serie anime) contrasta con el resto de la habitación.

Sonríe. Tras lanzar dos álbumes de estudio con George Reid —junto a quien conforma el dúo AlunaGeorge—, Francis publicará su primer disco en solitario, el cual ya liberó cuatro sencillos y cuenta con la colaboración de artistas como Princess Nokia, Jada Kingdom, SG Lewis e, incluso, con el mismo Reid.

A diferencia del proyecto que la llevó a posicionarse como una de las cantantes más cotizadas en la electrónica, Francis prepara un debut escrito en sus propios términos, el cual aborda la estética bailable que instauró con AlunaGeorge, pero desde una sonoridad más abstracta y un discurso político basado en las desigualdades que enfrentan las mujeres afroamericanas.

El 28 de agosto publicarás Renaissance (2020), tu primer álbum solista que también cuenta con la participación de George Reid. ¿Cuál es la diferencia entre un álbum de Aluna y uno de AlunaGeorge?

-Cuando trabajo con él es una colaboración mutua, en la que los deseos de ambos se mezclan balanceadamente. En cambio, mi proyecto trata exclusivamente acerca de lo que yo quiero hacer.

¿Tú escribiste todas las canciones? ¿Música y letra?

-Sí, estuve involucrada en todo el proceso.

Es interesante, porque los primeros tres sencillos tienen un sonido más art pop que el de AlunaGeorge. Es más complejo y muestra texturas poco comunes. ¿Qué te motivó a hacer este álbum?

-Quise crear música bailable para el contexto de un club, mezclada con mis raíces e influencias culturales.

¿Cuál es el aporte de Princess Nokia y Jada Kingdom? ¿Por qué decidiste trabajar con ellas?

-Porque ambas entienden lo que intento transmitir, desde sus perspectivas. Ellas pueden hablar desde la experiencia de una mujer negra y de color.

“Get Paid” habla sobre la discriminación racial y laboral en contra de la mujer. ¿Cómo ves esto en la industria de la música?

-Lo veo en mujeres que son explotadas, que no son reconocidas  y apoyadas por su trabajo.

Pero también hay casos de abuso sexual y violencia física, en los que productores o financistas se aprovechan de su posición, sobre todo con mujeres de menos edad. ¿Has visto situaciones de este tipo?

-Sí y para evitarlo tienes que gastar energía y renunciar a oportunidades con el fin de protegerte. Para nosotras, tener éxito en la industria no es tan fluido y directo como para los hombres, es un camino más largo.

¿Te consideras feminista?

-La pregunta sobre quienes se sienten apoyadas por el feminismo es complicada, porque en nuestra historia, las corrientes más populares tienden a favorecer solo a las mujeres blancas. Ese es el motivo por el que algunas de color no se consideran feministas como tal. El feminismo por definición tiene que ver con los derechos de las mujeres, pero en la realidad algunos movimientos no siempre son inclusivos. Me gustaría poder decir que soy feminista, pero no me siento identificada si no se considera a las afroamericanas.

Pasa algo similar con las mujeres transgénero…

-Sí, ellas también deben ser apoyadas. Creo que los movimientos que excluyen a las minorías son de carácter elitista.

En las redes sociales y el discurso público se habla cada vez más acerca de estos temas, pero también vemos casos como el de George Floyd, además de una curva de femicidios y maltrato hacia la mujer que va en aumento. Pareciera que los mensajes de ciertos movimientos sociales son escuchados, pero aún no se procesan adaptativamente. ¿Cómo ves este escenario? ¿Sientes que la sociedad vaya encaminada hacia un cambio real?

-Sí, debido a que los hemos visto en nuestra historia, pero no creo que se pueda cambiar todo simultáneamente. Siento que los movimientos antirracistas se han posicionado en el frente y es muy importante que sigan adquiriendo fuerza de manera progresiva.

¿Habrá más colaboraciones en el nuevo álbum?

-Así es, pero son secretas hasta que esté publicado (risas).

Tu último concierto en Chile fue en el festival Fauna Primavera de 2017, ¿qué recuerdas de esa experiencia?

-Traté de conseguir un pisco sour, pero no pude hasta que volví al aeropuerto (risas). La energía fue maravillosa, pero fue una visita muy corta y me quedé con ganas de explorar. Creo que el público sudamericano tiene un mayor sentido de comunidad, de amarse el uno al otro, en términos de familia y amistad.