Alexis Paiva Mack

El músico contesta el teléfono. Una voz rasposa y cordial responde cada una de las preguntas de su entrevistador, como si de una conversación entre viejos amigos se tratara. Este es el reflejo de la forma de ser de uno de los miembros originales de La Vela Puerca, una banda uruguaya que se ha dado a conocer en el extranjero desde sus inicios y que no ha tenido miedo a la hora de experimentar y buscar nuevos horizontes.

Sebastián “Cebolla” Cebreiro es uno de los vocalistas del grupo y se ha mantenido activo en él desde su formación en 1995.

Existen diversos rumores sobre el origen del nombre de la banda…

Nace de un amigo de la banda que tenía un bar. Nuestro guitarrista Santiago Butler trabajó en él durante una temporada de verano. Siempre estaba alegre y prendido en fuego, por lo que siempre le decía que era una vela, para más adelante decirle que era una “vela puerca”. Nos gustaba el hecho de que no significaba nada en especial, cuando decías ese nombre podías imaginarte un montón de cosas. Finalmente lo dejamos así.

Casi un año después de formar la banda ganaron un concurso de Televisión en Uruguay, luego grabaron Deskarado (1998) y se consolidaron de manera progresiva como un grupo popular y exitoso.  ¿Qué recomendarías a las agrupaciones emergentes para darse a conocer?

No hay una fórmula para que las cosas sucedan, simplemente pasan, a través de las canciones y sus letras. Si quieres que te conozcan, sale a tocar e invita a más bandas y que después ellos lo hagan también. Concéntrate en tus canciones y escribe cosas de las que no te vayas a arrepentir en el futuro. Vos te vas a morir y las canciones van a quedar ahí, hay que defenderlas una eternidad.

La Vela Puerca tiene influencias notorias de música ska, punk, rock e incluso reggae. ¿Cómo definirían su sonido?

Somos una banda de canciones que no se casa con ningún género. En su momento empezamos a tocar ska, porque éramos jóvenes y encontramos una manera que puede ser fácil para decir cosas. En aquel tiempo queríamos levantar la movida del rock uruguayo que venía de la salida de la dictadura, por lo que los grupos que habían quedado eran bastante oscuros en su música y lírica. Después fuimos concentrándonos en lo que la melodía quería. Una virtud de la agrupación es que puede pasearse por varios estilos y nunca perder la personalidad.

Su música es escuchada en diferentes partes del mundo, pero es conocido el hecho de que tienen una gran fanaticada en Argentina…

Siempre tuvimos claro que en Buenos Aires había una enorme movida cultural. Cuando desembarcamos allá encontramos un público divino que se siente identificado con las cosas que decimos. Hoy tenemos una trayectoria enorme y en Argentina tenemos un público que nos quiere, respeta y cuida, siempre fue así.

¿Cómo es su relación con el público chileno?

Nos demoramos 15 años en llegar a Chile, el hecho de no poder cruzar la cordillera nos parecía muy loca. Era muy difícil que fuésemos por nuestros propios medios, por lo que necesitábamos un productor local. Después de ese tiempo nos llamaron por teléfono y fuimos a tocar a Blondie, de repente estuvimos frente a 400 personas que cantaban nuestros temas. Sentimos que había pasado demasiado tiempo sin esa comunicación vital. Creo que siempre vamos a encontrar un corazón abierto y ganas de escuchar.

Sus fanáticos suelen preferir que La Vela Puerca venga de manera independiente y no como parte de la parrilla de grandes festivales…

El año pasado estuvimos en el Cosquín y ahora volvemos a Lollapalooza. Tenemos ganas de hacer un show personal, pero nunca hemos tocado en Lollapalooza, por lo que nos pareció bueno compartir la cartelera en un espectáculo tan grande e internacional. Lo lindo de un festival es que te cruzas con un montón de bandas y colegas, por lo que es totalmente enriquecedor. De todas formas, no tengan duda de que la segunda mitad del año estaremos en Santiago para un show más personal.

Lollapalooza reúne una numerosa cantidad de artistas de diversos géneros, ¿Cómo se están preparando? ¿Van a tocar sus principales éxitos o irá dirigido primordialmente a sus fanáticos?

Estamos presentando el último disco Destilar (2018), el cual tiene menos de un año. Como no hemos tocado en Santiago desde que salió, amerita que interpretemos canciones de ese álbum. Vamos a adaptar el setlist que hacemos cuando tocamos solos, mezclando hits y canciones nuevas.

En este minuto, ¿Su interés se centra únicamente en promocionar Destilar o ya están pensando en volver al estudio de grabación?

Estamos concentrados en presentar el disco. Hay un montón de lugares, entre ellos Santiago de Chile, en donde aún no hemos ido a tocarlo. Tenemos la fortuna de presentarnos en diversos espacios, pero siempre nos juega un poco en contra a la hora de producir nuevo material. Perseguimos nuestras canciones hasta donde ellas nos lleven.