Por Alexis Paiva Mack

Son las 11:10 de la mañana cuando se sienten pasos acelerados desde la entrada del Hard Rock Café de Santiago, ubicado a un costado del Costanera Center. Un hombre alto, de barba y cabellera rubia, deja el case de su guitarra justo en frente del escenario, para luego pararse en él y subir a ajustar el atril de su micrófono. Esa entrada poco convencional —los músicos suelen subir por las escaleras— es el reflejo de la personalidad de Donavon Frankenreiter, un personaje que ha dedicado su vida al surf desde que tenía solo diez años, pero que no tuvo miedo a grabar su primer disco solista cerca de veinte años más tarde.

Luego de que el resto de su equipo  preparara el espacio para la prueba de sonido, el músico californiano baja tranquilamente, mientras canta una canción de ritmo pausado. Una vez sentado en una de las mesas centrales del restaurant, el músico saluda cordialmente y da inicio a la entrevista que prometió a Ruta Rock.

Sabemos que amas las tablas tanto como la música, ¿Has tenido la oportunidad de surfear en Chile alguna vez?

-Sí, he tenido la oportunidad de recorrer las playas de Arica, Iquique, entre otras ciudades. ¡Es increíble! Su país es uno de los mejores lugares en el mundo para practicar.

¿Qué opinas acerca de tus conciertos en Sudamérica? ¿Sientes una energía distinta de tus fanáticos en relación a Estados Unidos y Europa?

-¡Claro que sí! Las personas de Chile, Argentina y Brasil sienten mucha pasión por mi música. A pesar de que generalmente me presento en festivales, siempre existe la posibilidad de que haga un concierto adicional en solitario. Me divierto mucho en esta parte del mundo, las personas son graciosas y me entregan muchas buenas vibras.

¿Cuál es la diferencia entre tocar en grandes festivales y realizar conciertos más íntimos?

-Disfruto demasiado en ambas instancias, pero suelo cambiar un poco las canciones que voy a tocar. En el caso de esta visita, tanto el concierto en el Hard Rock Café, como el de Colors Night Lights serán geniales y me tienen muy ansioso.

Es conocido el hecho de que aprendiste a surfear cuando eras un niño, ¿Podrías contarme cómo empezaste a tocar guitarra a los dieciséis años?

-Aprendí a tocar en los viajes que hacía para surfear. Poco a poco me fui sintiendo más cómodo con el instrumento, hasta que llegó un punto en que no podía dejarlo (risas).

¿Cuáles fueron tus grandes influencias musicales?

-Siempre he escuchado todo tipo de música, partiendo por blues, rock, hip hop y la música que me muestran mi esposa e  hijos. Me considero un gran fanático de Jimi Hendrix, Bob Dylan y Bob Marley.

Ha pasado un largo tiempo desde tu último álbum con Sunchild, ¿Has pensado en una reunión con el grupo?

-No, esa es la razón por la que sigo tocando en solitario. Dejé de tocar con ellos y nunca pensé en volver a hacerlo.

Tu primer álbum titulado Donavon Frankenreiter (2004) fue grabado en la casa de Jack Johnson, ¿Cómo fue esa experiencia?

-¡Fue maravilloso! Jack participó en toda la producción del disco en el estudio de su casa en Hawaii. Fue una gran oportunidad para mí y también me divertí mucho durante las grabaciones. Nos conocimos en la adolescencia y rápidamente nos hicimos buenos amigos, es increíble que cerca de 20 años después grabáramos un álbum en su casa.

Tu último álbum titulado The Heart (2015) fue lanzado hace cuatro años, ¿Estás trabajando en nuevas canciones?

-Sí, tenemos algunas composiciones y tenemos planificado entrar al estudio en junio. Hasta el momento, seguimos trabajando en el proceso creativo. ¡Estamos muy expectantes!