“La purga: el año de la elección” o como se presenta en Hispanoamérica “12 Horas para sobrevivir”, es la tercera entrega de esta saga, que acaba de ser estrenada este 2016. Su origen se remonta al año 2013, cuando se estrenó la primera parte: “La noche de la expiación» dirigida por James DeMonaco y producida por Jason Blum (Productor de la saga de “Actividad paranormal”). Muestra un mundo en donde está permitido toda clase de crímenes durante una noche al año. Con esta premisa bastante interesante atrajo al público convirtiéndose en un éxito de taquilla. El año 2014 se estrenó la secuela “La purga: Anarquía” la cual corrió la misma suerte recaudando 111 millones de dólares mucho mayor a los 9 millones invertidos en su rodaje.

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En la tercera cinta de la saga, la historia se centra en Leo Barnes (Frank Grillo) mismo personaje que aparece en La purga 2, esta ocasión dirige el equipo de seguridad que resguarda a la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), Candidata presidencial y opositora acérrima de la Purga quien busca eliminar esta medida. Idea muy diferente al discurso de su contrincante quien es partidario de seguir con el sistema instaurado por los nuevos padres fundadores de Estados Unidos. Es en la noche de la Purga donde ambos son traicionados y Leo Barnes tiene la misión de mantener con vida y resguardar el camino a la presidencia de la senadora Charlie, tendrán que escapar de la persecución por quienes quieren resguardar la tradición y mantenerse con vida las 12 horas en que todos los crímenes son legales.

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Es indudable la evolución en el argumento que ha tenido cada una de las películas. Podríamos decir que James DeMonaco creo mundo bastante interesante, nos muestra un futuro hipotético en donde la delincuencia y la pobreza no sobrepasan el 1 %. Todo esto gracias a una medida extrema que consiste en que, una noche al año entre 7 PM y las 7 AM está permitido toda clase de crimines con el afán de que cada persona libere a su bestia interna y como dice el título, purgar la maldad y el odio lo que resta del año. En la primera Purga, a pesar de que comenzaba con un argumento fuerte y prometía ser un triller de suspenso de aquellos, se ve bastante deficiente en el guion, y es que el director solo se preocupó de inmortalizar las escenas de violencia y persecución convirtiéndose en una típica película donde una casa es invadida y sus propietarios deben sobrevivir o morir en el intento. Aun así, no deja de ser una película entretenida que atrapa al instante, bastante impredecible a ratos y cuenta con escenas explicitas bien trabajadas.

DeMonaco recibió todo clase de críticas, muchas de ellas las aplicó en cada una en las siguientes entregas donde tímidamente comienza a profundizar en este mundo. Si analizamos un poco el contexto, la purga logra el efecto de aumento en la economía del país, pero a raíz de que la población más pudiente invierte en protección y armamento, por el contrario de las personas con menos recursos que son las primeras víctimas al no tener los medios para defenderse, toda una estrategia bien planeada por los nuevos gobernantes. Cabe destacar el detalle que los más desposeídos, delincuentes y vagabundos son representados en general por gente de color y latinos. Quizá un mensaje de lo que un país como Estados Unidos puede llegar en un futuro o simplemente el director representó parte de una idea personal, no lo sabemos con exactitud. Todo esto tiene fiel reflejo en “La purga: Anarquía” donde entra a escena un grupo subversivo que busca terminar con todo este nuevo sistema de orden y es un elemento importante en la trama.

De todas formas, La purga 2 intenta lograr un equilibrio, centrándose más en la trama y creando historias paralelas que llegan a entrelazarse, DeMonaco repite su fórmula y nos entrega escenas explicitas de violencia y suspenso, muchas acciones impredecibles y un final que se resuelve de la manera menos esperada, pero vemos la misma deficiencia en guion que su antecesora.

Ahora, que podemos sacar en limpio de “La purga: el día de la elección”, sin la intención de soltar spoilers, DeMonaco al parecer nuevamente tomo en cuenta las críticas y profundizó en la trama, sumo nuevos elementos y los aplicó a los personajes, pero falla en solo crear un hilo conductor que se centra mayoritariamente en sus dos personajes principales. Vemos de gran manera una reducción en las escenas de violencia, y muchas pierden sentido y potencia. El suspenso tampoco se trabaja bien como en su antecesora y parece una típica película de acción Hollywoodense llena de clichés, la historia se alarga de sobremanera, sus personajes pierden objetivo y olvidas por qué están ahí.

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A pesar de que se suman nuevos personajes y se acoplan las historias a la principal, el argumento no está bien logrado. El director se guardó todo lo que la película podía entregar para el momento del clímax y desenlace. Es aquí donde la película logra sorprender, se vuelve rápida y la violencia explícita logra incomodar y captar la atención del espectador. El desenlace es bastante obvio y no logra la intriga que entregó anteriormente en la Purga 2.

La cinematografía de la película continua en la misma línea de las películas anteriores, la constante cámara en mano que busca mantenernos tensos y el uso de planos abiertos (o generales) en las escenas de acción, recurso bien utilizado que le da identidad a la saga.

Esta tercera entrega deja debiendo mucho de lo que lograron el éxito en las 2 películas que la anteceden. Si es una película mejor trabajada en guion, pero continua con una formula ya probada muchas veces en las películas de suspenso lo cual le quita mérito. A título personal no supera la segunda Purga, la cual a pesar de las deficiencias en guion es mucho más intrigante y entretenida de ver. A pesar de todo, esta nueva purga busca llamar la atención de una u otra manera, y más alla de las criticas, el éxito o fracaso solo se verá reflejado en la cantidad espectadores que ganen en la sala de cine.

https://youtu.be/zjOw2ynQ3QQ