Supermensch

A menudo se considera a los managers como personas despreciables, viles y, por sobre todo, codiciosas. El mundo del espectáculo nacional e internacional está plagado de gente que se dedica a lucrar y explotar con la imagen de ciertas personas. Entre tantos de esos siempre es bueno encontrar un punto medio; alguien que sea experto en hacer dinero pero que a la vez sea un niño eterno e inocente. Tal como se aprecia en el documental, las celebridades no temen en mencionar a ese alguien: Shep Gordon.

Supermensch: The Legend of Shep Gordon es el debut como director de Mike Myers (Wayne’s World, Austin Powers, etc.), quien en realidad dirigió la obra más que por curiosidad, por ser amigo personal del talentoso manager Shep Gordon. El propio Myers aparece en cámara contando sus múltiples encuentros con el hombre que ha estado detrás de muchos exitosos artistas.

En la cinta abundan las anécdotas más hilarantes del mundo de la música, el cine y el espectáculo en general. Michael Douglas, Alice Cooper, Sylvester Stallone y Willie Nelson son algunos de los que dan testimonio de las excentricidades que siempre ha rodeado la figura de tan amado manager.

Se aprecia por ejemplo la relación indisoluble de Shep con Alice Cooper y todo el ingenio detrás de su banda y los shows que más de alguna polémica armaron en su época. Sería inexplicable el período de la música de los tardíos 60’s, todos los 70’s y hasta los 80’s sin los contactos y la considerable influencia que ejerció Shep Gordon al mundillo cerrado del espectáculo.

Los argumentos que plantea el documental son muchos, pero bien delineados: los primeros años cuando Shep vendía marihuana en Landmark Hotel y carreteaba con Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison, la relación casi familiar con Alice Cooper, su amistad con figuras de la cinematografía y su conversión al budismo.

El documental humaniza la figura de Shep Gordon y con mucha comicidad plantea la loca idea de que sin su influencia muchas cosas no hubieran sucedido entorno a los eventos en los que él estuvo involucrado (por ejemplo, cuando Cooper “arrancó la cabeza de una gallina y se bebió la sangre”). Planea ser un homenaje absoluto al manager…y no se escapa de su propósito en ningún minuto de la totalidad del metraje.

Shep Gordon pareciera ser un personaje más, un ser humano más. Y claro, eso en primer lugar es y lo que pretende representar Mike Myers en Supermensch: The Legend of Shep Gordon. Sin embargo, ver a tantos artistas hablar con inconmensurable alegría de un manager pareciera ser algo descabellado. De hecho, todo lo que el documental presenta sin tapujos (drogas, alcohol, excesos, fama, delirios, rehabilitaciones, dinero, dinero y más dinero) sólo lo sopesa con una espiritualidad tardía pero bastante confortable. Tal como la vida del protagonista, de la leyenda, del hombre que conoció de cerca las dos caras del mundo del espectáculo.

Próxima proyección en IN-EDIT NESCAFÉ 2014:
Miércoles 10 > 17h. > Centro Arte Alameda