Por Bayron Ríos

Fotos Juan Kattan

Cuando se está en la cima, hay que demostrarlo con hechos y lo que se vivió durante la fecha doble que realizó The Weeknd en nuestro país, es prueba rotunda de aquello. Gracias a una puesta en escena de primer nivel y con un set cargado a sus grandes éxitos, Abel Tesfaye logró conquistar a la fanaticada local con un apoteósico espectáculo.

El escenario fue el siguiente: una ciudad en ruinas sacada de un futuro distópico, una pasarela que recorre de punta a cabo la cancha del Bicentenario de La Florida y que es coronada por una luna de 10 metros de alto, además de una estatua de 6 metros casi a la mitad del pasillo; la clásica “Sexy Robot”, obra de Hajime Sorayama. Todo esto fue la base del concepto por el que Abel viene obsesionado desde hace un rato: el hombre y la máquina.

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Juan Kattan – Ruta Rock

Cuando el reloj marcaba las 21:13, las luces se apagaron y comenzaba a sonar parte de “La Fama”, mientras la banda que acompañó al cantante tomaba posición. Enfundado en un traje táctico, un brazo metálico y un casco con un visor led, The Weeknd aparecía sobre el escenario junto a “False Alarm”, prendiendo de inmediato a todo el estadio; rápidamente continuaba con “Party Monster”, momento en que Abel tocó un solo de sintetizador. “Take My Breathe” era una de las más esperadas y apenas comenzó la canción, la exaltación de los fanáticos fue latente.

El sonido de los sintetizadores fue un elemento clave a lo largo de todo el concierto, fue el leit motiv de la jornada que tomaba gran fuerza con el apartado visual del concierto, el imaginario post apocalíptico de las ruinas sumado al cuerpo de baile que en túnicas que solo dejaban ver parte de sus ojos, bailaban eclécticamente alrededor de la Sexy Robot, como si todo fuera la preparación para un gran sacrifico.

Can’t Feel My Face” puso a cantar a todo el estadio, mientras que en “Lost in The Fire” The Weeknd se acercó hacia el sector final de la pasarela, para cantarla junto a la enorme luna y todo el sector de galería de fondo. Uno de las grandes postales de la velada llegó con “The Hills”, en donde los sub bajos reventaron a todo lo que dan haciendo vibrar a todo el recinto y con espectaculares y potentes llamaradas que invitaban rápidamente a la combustión espontánea.

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Juan Kattan – Ruta Rock

Otra que la rompió fue “Starboy” junto a “Pray for Me”, parte de la banda sonora de Black Panther. The Weenkd también se dio el espacio para revisitar su catálogo más ligado al trap como en “Low Life”, donde comparte créditos con el rapero Future. Una suerte de cierre de show se vivió en “Stargirl Interlude”, cuando hacia el final de la canción el cantante se despoja de su casco robotizado para quedar como un simple humano frente a toda la audiencia.

La tripleta de “Earned It”, “In The Night” y “Love Me Harder” ponían el karaoke masivo a disposición de todo el estadio. En “Out of Time”, Abel bajó al pit para compartir con sus fanáticos que estaban apostados en la reja, llegando a cantar con dos emocionadas fans, en una postal que jamás olvidarán.

I Feel It Coming” hacía estallar nuevamente el recinto de La Florida; otra de las esperadas y coreadas a rabiar fue “Call Out My Name”, para luego regresar a sus inicios con “The Morning”. La popular “Save Your Tears” también se hizo presente pero en una acotada versión, para dar paso a “Less Than Zero”, otra que fue gozada de principio a fin por los fanáticos.  En el papel, “Blinding Lights” y “Tears in the Rain” eran las encargadas de cerrar el show principal del cantante; pero la transición hacia el encore fue sin despedidas ni agradecimientos, The Weeknd y la banda arremetieron con todo en “Creepin”, aunque ahora con Abel cantando desde la cima de uno de los edificios en ruinas del escenario. Luego llegó el turno de “Popular” junto a “In Your Eyes”, para finalizar definitivamente el concierto con “Moth to a Flame”.

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Juan Kattan – Ruta Rock

Fueron 42 canciones desplegadas en un poco más de dos horas de duración, fue un show intenso y sin descanso; The Weeknd maneja a la perfección el manual del popstar y lo vino a corroborar a este lado del globo. Su condición de el artista más escuchado en Spotify toma sentido si notamos al público asistente durante la jornada del lunes: desde familias completas, niños, adolescentes, adultos jóvenes, todo el mundo quiso estar presente en el show de una verdadera estrella de primera categoría y lo que nos entregó Abel fue algo de alto impacto, un vistazo a como se juega en las grandes ligas.