Durante la última década, la música de Gorillaz (la banda virtual más exitosa del mundo) siempre ha estado incursionando en múltiples géneros, y combinándolos de maneras que suenan geniales. Desde su disco debut y su sonido más orientado al rock alternativoDamon Albarn (música) y Jamie Hewlett (diseño), han sabido mantener a la banda vigente a través de los tiempos.

Tanto Albarn como Hewlett, comenzaron a llevar su creatividad mucho más allá con Demon Days. Este trabajo se convirtió en uno de los discos más valorados de la última década, gracias a su combinación de rock, funk y hip hop, que logró un sonido masivo y que fue exitoso comercialmente. La siguiente placa, Plastic Beach, trajo un sonido más pop e incluso trip hop, pero con elementos electrónicos nuevos que fueron re utilizados en The Fall, el que algunos consideran como el peor de Gorillaz. Luego de eso, durante seis años, la banda se mantuvo en silencio.

Sin embargo, durante enero de este año, lanzaron la canción “no-comercial” Hallelujah, con la colaboración de Benjamin Clementine, la cuál tuvo una recepción no tan buena de los críticos y fans. Sin embargo, todas estas dudas desaparecieron rápidamente cuando la banda disparó con cuatro videos animados para Saturnz Barz, We Got the Power, Ascension y Andromeda. Estas canciones nos anticiparon para otro cambio radical en el sonido, que se siente mucho menos comercial, y nos entrega un sonido secuenciado, electrónico, combinado con rap, hip hop, pop y muchos más.

Luego de conocer esos tracks, nos preguntamos como sonaría el disco completo, y ahora que lo tenemos, mientras cada canción avanzaba, más extraño se iba poniendo y cada idea rara se ponía a prueba con el paso de los minutos. Esto podría poner a prueba a algunos fans. Pero luego de digerirlo durante varios días, hay solo una cosa que decir, Humanz es maravilloso, y nos muestra que la banda está de vuelta y en la mejor forma posible.

Albarn tomó todos los géneros posibles y los incluyó en cada una de sus ideas. Citó a Simple Minds como inspiración para el disco, y durante muchos tracks, la percusión es sorprendentemente importante en Humanz. Esto en comparación a otros discos de Gorillaz, en donde existía mayor uso de beats secuenciados con una sensación más robótica. Albarn también toma de otros géneros como el gospel, el cuál incorpora cantantes y coros que crean una capa mucho más humana a la instrumentación. Es una mezcla súper interesante y que nos motiva a analizar mucho más el disco.

Albarn también deja brillar a los múltiples colaboradores. El álbum comienza con Ascension, con Vince Staples, después es seguido por la genial Strobelite, con Peven Everett. Esta canción con una atmosfera funk, es una de las más pegajosas, la voz de Everett nos entrega ese elemento “humano”, mientras que el resto de la instrumentación hace que el track está siendo disparado al espacio.

Otra colaboración excepcional (nombrando unos pocos en este disco), incluye a Grace Jones, en la electrónica y a la vez pesada Charger, Danny Brown y Kelela en la suave Submission, la que sirve como un break de las canciones más orientadas al rap, y la energética We Got the Power con Jehnny Beth y el antes rival de Albarn, pero ahora colaborador, Noel Gallagher. Sin embargo, la colaboración que supera a todas es con De La Soul (el que ha colaborado en múltiples ocasiones, con mención honrosa en Feel  Good Inc.). De La Soul le da el toque a Momentz, una canción inspirada en el góspel y el rap, que tiene esa sensación que nos recuerda a White Light (de Demon Days), que es la mejor del disco.

Albarn también se da el tiempo para si mismo y el virtual vocalista 2D, en especial en la balada Busted and Blue, la que nos da un respiro de las canciones más densas del disco. El góspel y el clímax con synths de esta canción es uno de los mejores momentos del disco. El resto del disco también nos da múltiples momentos para evitar la fatiga auditiva, con unos interludios geniales que te harán reír, o dejarte algo confundido. Dicho eso, en cuanto a letras, Humanz se enfoca fuertemente en temas como la reacción emocional a situaciones determinadas, lo que hace sentido si pensamos en que las reacciones emocionales son variadas e impredecibles, y esto se refleja tanto en letras como musicalmente.

Si hay uno punto menos alto en este disco, son las últimas canciones Let Me Out, Sex Murder Party, She’s my Collar y Hallelujah Money, a pensar de que son entretenidas de escuchar, se sienten mucho menos potentes y sin esa espectacularidad caótica de la
primera mitad del disco.

Concluyendo, Humanz es un gran logro. El salto entre géneros si ha sido realizado antes (algunos pensarán en The Life of Pablo), pero Gorillaz lo ha hecho mejor que cualquiera que se nos pudiera venir a la mente. Estos seis años de espera, definitivamente valieron la pena.