“El día que Keith Moon se unió a John, a Pete y a mí en el escenario, sucedió algo especial. Hay mucha gente en este planeta ¿Qué diablos hizo que estos 4 extraños se juntaran en Greenford para hacer música? ¿Cómo diablos sucedió? Son las palabras de Roger Daltrey, vocalista de The Who.
Así, en pocas líneas pudo describir lo importante que era la presencia del baterista en la banda.
El 23 de Agosto Keith Moon, o “Moonie” como lo llamaban sus amigos, habría cumplido 70 años.
Nos cuesta imaginarnos como estaría hoy en día, conociendo su gran lista de excesos que lo llevaron por desgracia a la muerte. Su madre Kathie “Kit” Moon lo recuerda como un niño normal, callado. Por eso nunca pudo entender como terminó su hijo.
Nació en Londres el año 1946 y ya a los 16 años comenzó tocando música Surf en una banda que se llamo Beachcombers, un claro fanatismo que tenía por la banda norteamericana The Beach Boys.
A finales del 64 Roger Daltrey, Pete Townshend y John Entwistle formaban parte de The Detours, hasta que tuvieron que reemplazar a su baterista, a causa de eso llevaron un reemplazo temporal para algunos conciertos.
En uno de ellos, exactamente en el Hotel Oldfield en la cuidad de Greenfield, Roger se encontraba descansando, cuando se le acerca un joven que como el recuerda, se parecía a un muñeco, quería parecer un Beach Boy, se había teñido el pelo dejándolo de color naranja.
Sus primeras palabras fueron, “Oí que buscan un baterista, yo soy mucho mejor que el tienes”. Acto seguido, fue a sentarse en la batería. “Fue como si encendieran un motor detrás mío, fue mágico, estábamos estupefactos, era el chico que necesitábamos”, recuerda Roger.
De ahí en adelante, la creación de The Who con My Generation, Monterey, Woodstock y Tommy fueron sus grandes logros, que dejó a la banda catalogada como una de las más influyentes de la historia.
Pero detrás de todo eso la figura de “Moonie” no pasó desapercibida, no era el simple baterista, sino un virtuoso, único, como si tuviera una orquesta a su dirección. Sus compañeros lo denominan como un lunático que se moría por tocar y explotar, pero también parte del tiempo era callado y triste. Con muchos problemas de autoestima a causa de su compleja personalidad.
“Claramente era un alcohólico, un adicto, un adicto al sexo”, así lo describe Pete Townshend.
Sus primeros escándalos se vivieron en los conciertos, siendo el cómplice de Pete en el destrozo de sus propios instrumentos, sello personal de la banda.
En Michigan celebro sus 21 años, gente por todos lados y un montón de drogas. A la llegada de la policía Keith sale del hotel en calzoncillos, agarra un auto, que por efecto de las drogas y el alcohol termina en la piscina.
Se dañaron muchas habitaciones en aquella fiesta, nuestro querido “Moonie” se partió un diente en el escape y a The Who le prohibieron la entrada de por vida a los hoteles Holiday Inn.
