Por Ignacio Bataller

Fotos por Francisco Aguilar – Spider prod.

Finalmente llegó el día. El 23 de febrero quedará marcado como el esperado regreso de Rotting Christ a Chile. La banda no visitaba nuestras tierras desde antes de la pandemia, y ha pasado mucho tiempo. El público nacional estaba esperando ansiosamente este momento.

“Pro Xristoy” es el título del próximo álbum de la banda, que se lanzará el 24 de mayo. A pesar de que el disco aún no ha salido, la banda decidió priorizar el reencuentro con su fanaticada latinoamericana.

A las 19:30 horas se abrieron las puertas de la sala Metrónomo, y los asistentes que ya estaban esperando afuera ingresaron de inmediato para conseguir los mejores lugares dentro del lugar.

A las 20:00 horas en punto, los artistas nacionales de Sikario tomaron el escenario. Con su death metal de sonido más moderno, añadieron un toque especial y diferente a la velada. Si bien uno podría esperar un telonero de black metal, tener a una banda como esta hizo que el evento fuera aún más especial. La mezcla de géneros y estilos siempre es positiva cuando se realiza de esta manera.

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A las 21:00 horas finalmente llegó el esperado regreso de Rotting Christ a nuestro país. Desde el primer minuto, Sakis Tolis y su equipo estaban listos para ofrecer al público lo que habían estado esperando.

Con los primeros acordes de “666” resonando y los característicos cánticos llenando la sala, el metrónomo tembló y la banda contagió automáticamente de energía a todo el recinto.

Durante la hora y media de concierto, la banda deslumbró con su excelente ejecución. La calidad del sonido fue impecable, permitiendo que cada instrumento resonara claramente desde cualquier punto del recinto. Todas las canciones, sin importar su ritmo o estilo, se interpretaron con una nitidez y claridad sorprendentes.

«Demonon Vrosis”, “Apage Satana”, “In the Name of God” y “Non Serviam” destacaron como puntos álgidos de la noche. Para celebrar sus 35 años de carrera, la banda recorrió toda su discografía, abarcando cada una de sus eras, y el público respondió con gratitud.

«The Sign of Evil Existence» y «Fgmenth Thy Gift» marcaron el cierre de un concierto perfecto, el cual pasó volando debido a su intensidad. Este evento fortaleció los vínculos entre la banda y el público chileno, dejando en claro que serán recibidos con ansias para futuras presentaciones.