Por María Fernanda Verdugo

El 2017 ha sido el año de las críticas para Arcade Fire. La interrogante de por qué ya no son lo mismo de antes, la idea de que este último disco es un paso en falso de los canadienses, la noticia de que los fans ya no llenan los recintos y tantos otros comentarios parecen haberse convertido en un gran puñetazo directo a su carrera que permanecía intacta. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, los canadienses han sabido responder como pesos pesados.

En un Movistar Arena casi repleto no se alcanzan a apagar las luces por completo, el reloj marca las 21:30 y “A Fifth of Beethoven” acompaña la voz de un presentador que anuncia la entrada de los campeones mundiales de peso pesado que avanzan entre el público instalado entre la platea y cancha. Sosteniendo una bandera chilena, Win Butler y los demás integrantes de la banda avanzan mientras son proyectados en el escenario ambientado como un ring de boxeo.

Los nueve músicos suben al escenario y saludan al público que vitorea la entrada de los luchadores. Comienzan a escucharse los acordes de “Everything Now”, canción que da nombre a su última placa lanzada este año, y lo que siguió posteriormente fue una fiesta sobre el ring, una pista de baile en uno de los escenarios más importantes de Chile y que los canadienses fueron capaces de mover a un mismo ritmo por casi dos horas. Lo que vino fue un repaso a temas emblemáticos que fueron coreados por una audiencia eufórica y emocionada frente a estos momentos épicos generados por la gran interpretación de los músicos. Intercambiando posiciones e instrumentos sobre el escenario, la banda continuó con “Rebellion” y “Here Comes The Night Time”, canción de su anterior disco Reflektor (2013) y que otorgó los primeros ritmos caribeños de la noche y que se combinaron con las luces estroboscópicas de colores para hacer bailar a todos apasionadamente.

Acompañada de Bomba Estéreo, banda colombiana encargada de encender los motores anteriormente, “Haití” sonó para ser dirigida por la voz de Régine Chassagne que, aunque acompañada por voces secundarias, se transformó en la protagonista. Vuelve a aparecer la voz de Win para anunciar una canción del último disco, “Peter Pan” que llenó el recinto de vibras reggae. En medio de la pausa habitual que realizan entre cada canción para reubicarse sobre el escenario, Win se dirige al público para agradecer y luego hacer el anuncio de una donación para la reconstrucción de comunidades en el país. En medio de los aplausos, arrancan con “No Cars Go” un clásico que fue disfrutado por los asistentes.

El show continúa con canciones nuevas. La luz azul invade el escenario y nuevamente tenemos a Régine como vocalista principal para interpretar “Electric Blue” que finaliza para dar paso al coqueteo entre ella y su esposo Win y los acordes retro que dan forma a “Put Your Money On Me”. Se apagan las luces y en las pantallas se proyecta la petición de encender las luces de los teléfonos celulares para dar paso a uno de los momentos más íntimos del show con “Neon Bible” de fondo.

El show presentado por los canadienses anoche provocó la sensación de una dedicada preparación. Todo tuvo un propósito, todo fue pensado para hacer de esa noche un momento inolvidable para quienes tuvieron la oportunidad de ser parte. La puesta en escena, el cuidadoso manejo de la iluminación y el escenario, la versatilidad en la interpretación de cada una de las canciones e instrumentos e incluso algunas sorpresas que se llevaron los fans como la grandilocuente “My Body Is A Cage” que no suele ser tocada en vivo por la banda y la tétrica sinfonía lograda por el órgano de “Intervention”, dejaron atónita a la multitud en reiteradas ocasiones. Le siguieron momentos emotivos como la dedicación de “The Suburbs” al hombre de las estrellas, David Bowie y los acordes enérgicos de “Ready to Start” que hicieron cantar a todo pulmón a los fanáticos del álbum del 2010.

Arremete “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)” y Régine en medio del escenario se consagra como la protagonista de la noche. Si este último trabajo de los canadienses tiene indudables guiños al pop de ABBA, definitivamente anoche Régine fue la “dancing queen”. Su impecable voz y sus movimientos de baile se complementaron de manera perfecta con los destellos de la bola disco instalada en el techo del recinto. Si bien siempre va acompañada de sus compañeros, dejó claro que ella brilla con luz propia.

La conexión con el público se logró con mucho más que palabras. “Afterlife” fue cantada con Win desde el público y luego en el borde del escenario muy cercano a la gente. Las ganas de disfrutar y pasarlo bien llegaban desde el escenario, desde los músicos que demostraron que la fiesta es para todos y que la energía que envolvió al recinto durante todo el show fue irradiada por ellos. Fue esa misma energía la que otorgó la primera salida a la banda con “Power Out”, pausa que duró sólo unos minutos para volver a encontrarnos con la banda que interpretó la bella y nueva “We Don’t Deserve Love” frente a un público silencioso y expectante ante la destreza de Régine y la percusión de botellas de licor con un par de cucharas.

El final del show se convirtió en un gran coro que cantó al unísono, primero los acordes de “Everything Now” dirigidos por la voz de Win y que dieron paso luego al himno “Wake Up”. Los canadienses se retiraron acompañados por los integrantes de Bomba Estéreo, por los pasillos en medio del público y con una batucada que fue cerrando lentamente una noche inolvidable y la confirmación de que Arcade Fire es la combinación entre multiplicidad de sonidos y colores, versatilidad de talentos y una conexión entre distintas sensaciones, todo unido en un mismo concepto.

Setlist:
Everything Now
Rebellion (Lies)
Here Comes the Night Time
Haïti
Peter Pan
No Cars Go
Electric Blue
Put Your Money on Me
Neon Bible
My Body Is a Cage
Intervention
Neighborhood #1 (Tunnels)
The Suburbs
Ready to Start
Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)
Reflektor
Afterlife
We Exist
Creature Comfort
Neighborhood #3 (Power Out)

Encore:
We Don’t Deserve Love
Everything Now (Continued)
Wake Up