Por Felipe Galvez

Los detalles siguen siendo la clave de todo el universo de Morcheeba, esta vez más alejado de lo orgánico, pero con una madurez y criterio que alcanzan lo suficiente como para disfrutar los 10 tracks que componen este nuevo disco.

Dos elementos marcan el pulso constante durante todo «Blaze Away«: la voz de Skye Edwards y las secciones de percusiones, muy presentes en la mezcla y que cabalgan entre la estructuras más agitadas y las más calmas, incluso en  «It´s Summertime» una de las canciones más orgánicas del disco, es el ritmo de los beats el encargado de moldear y dar vida a una de las canciones mejor logrados y gran candidato a nuevo single del álbum.

Tras cinco años sin lanzar nuevo material, «Blaze Away» se presenta como una continuación bastante coherente a  «Head Up High! (2013), en la cual los beats y las melodía fabricadas por Skye Edwards van dando vida al concepto del disco. Este nuevo LP de Morcheeba es entretenido, y uno de sus puntos altos se transforma en su propia contra: el material tiene un acabado tan prolijo y con vocación de estudio tan enorme que hace extrañar el sonido callejero y urgente de sus mayores placas (véase «Big Calm» o «Fragments of freedom«).

Morcheeba hace un tour entre la calma y el upbeat, pero en una zona de seguridad marcada por lo conocido y que ya hemos escuchado en discos anteriores a la misma banda. 10 canciones que entretienen como un buen biscuits horneado en la mejor pastelería inglesa, pero a la cual le falta atrevimiento y riesgo.