Si algo sabemos del George Lucas adolescente es que fue un cinéfilo, quizás por eso para nadie es un secreto que uso múltiples referencias para crear Star Wars pero siempre hay unas que destacan más que otras. Cuando Lucas era un niño estaba en pleno auge el Western, chicos de su edad pasaban muchas horas en los cines viendo películas de John Wayne (un héroe por esos tiempos), en muchas entrevistas Lucas se ha declarado abiertamente admirador de John Ford y Sergio Leone, dos de los directores más influyentes en el Western americano.

El imaginario del Western se encuentra tan presente en Tatooine como la imagen de Nueva York lo está en la ciudad Gótica de Batman, el lugar nos habla de personajes que surgen de un paisaje adverso que los rechaza constantemente, en esta tierra se forman los peores bandidos como Jabba el Hutt y salen los antihéroes como Han Solo quien tal vez es lo más parecido a un John Wayne intergaláctico. El encanto de Taooine es la síntesis de dos temas muy tratados por el cine norteamericano, el imaginario espacial que comenzó con la guerra fría y los clásicos western que venían pegando en la sociedad norteamericana desde los años 30’s. Lucas que creció viendo westerns encontró en los 70’s el tema que le permitirá crear un universo de posibilidades narrativas para todos sus personajes, Star Wars se convirtió así en una especie de mural donde pudo lanzar las ideas que recolecto de su cinéfila juventud.
En universo de Star Wars tenemos por un lado aquellos personajes que vienen del western pero también existe otro grupo que viene de un imaginario creado por Kurosawa y que George Lucas retomo para crear a sus famosos Jedis. La película que mejor ejemplifica este modelo es “Los siete samuráis” del año 54, Kurosawa retoma el folklore japonés e intensifica los valores clásicos de la sabiduría, respeto y voluntad. Paradójicamente Kurosawa también vio mucho de John Ford, su idea fue igual de innovadora que la de Lucas en su tiempo, trato de crear un paisaje igual de inhóspito como el del Western pero introdujo elementos de su cultura que le dieron una rica mixtura, el potencial de la historia se vio intensificado hasta el punto que pego mucho en jóvenes cineastas norteamericanos. Algo seguramente vio Lucas en esta película, incluyo al héroe clásico del Western pero también le sumo samuráis a sus aventuras, hombres sabios y valientes dispuestos a dejar su vida a cambio de hacer el bien contra el mal. La admiración de Lucas hacia el emperador (Kurosawa) lo llevo a financiar su última película con otro grupo de cineastas en los cuales destaca Spielberg, no es menor su aporte a la ciencia ficción.

Lo rescatable de historias como Star Wars o Star trek es que hay un tipo detrás de las cámaras que creo solo un universo completo, pensó en gran escala e introdujo todo lo que vio cuando joven a un lugar inexplorado aun como la galaxia, accediendo así a las infinitas posibilidades que te puede ofrecer el universo. Quizás hoy en día el western no llama la atención pero seguramente Lucas colecciono todas las historietas del llenero solitario y alucino con la magia de los indios americanos, si miramos un poco más atrás no es difícil suponer que en un mundo sin televisión el leer historietas de vaqueros fue lo más cercano a una tv. Los que esperamos pacientes la nueva entrega de la saga deseamos ver más del universo Star Wars, explorar un nuevo planeta, el surgimiento de nuevos jedis, el poder de un nuevo sith, las personas esperan ser introducidas a la guerra de las galaxias. Como no querer esta historia si en parte también vemos ahí a los héroes de nuestros abuelos en la gran pantalla, así como ahora nosotros esperamos ver los nuestros.

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George Lucas, Kurosawa y Steven Spielberg