Por Ignacio Bataller

Uno de los debuts más impactantes en la historia del metal fue protagonizado por los liderados por King Diamond, quienes conquistaron el mundo con «Melissa», convirtiéndose instantáneamente en una influencia para innumerables bandas en todo el globo.

Este álbum marcó un impacto que situó a la banda en el mapa desde el primer minuto. Es innegable que la imagen del grupo y de su vocalista destaca de inmediato, pero es la música, acompañada de las agudas notas del líder, lo que se apoderó de la escena en la primera mitad de los años 80.

Desde «Evil», la primera canción del álbum, se puede resumir lo que Mercyful Fate ofrece con su sonido, estableciendo la tonalidad para el resto del disco. En primer lugar, los riffs toman el mando, cada uno brillando junto al estilo de canto siniestro, oscuro, macabro y poderoso de King Diamond, que se asemeja al legendario Rob Halford. Es un verdadero éxito y con eso se inicia el disco.

La producción del álbum es impecable; se percibe cierta sensación de antigüedad, aunque no demasiado. En todas las plataformas, la calidad auditiva es impecable, dando la impresión de ser un disco reciente de la banda. Tal vez esto se debe a que se han escuchado muchas bandas que se han inspirado en Mercyful Fate.

El álbum en sí no presenta puntos débiles; los temas que siguen, como «Curse of the Pharaohs» y «Into the Coven», mantienen el mismo estilo con poderosos riffs. La banda se percibe como una unidad, mientras el Rey, detrás de la letra, narra una historia. Creo que es precisamente esto lo que destaca y brilla en su papel como vocalista.

Lógicamente, la obra maestra del álbum sería «Satan’s Fall», con sus casi 11 minutos y medio que logran transportarte al mundo que la letra relata. La banda utiliza de manera destacada la extensión de la canción, que nunca se vuelve aburrida, tomando influencias del metal más progresivo con numerosos cambios de tiempo, estilos de ejecución variados y, en algunos momentos, elementos bastante psicodélicos.

Desde el primer tema hasta la canción homónima del disco, «Melissa» se presenta como una obra completa y sin puntos bajos. Está meticulosamente estructurada, con cada instrumento perfectamente mezclado para lograr una armonía total, todos guiados por la voz del mismísimo Rey.

El regreso de Mercyful Fate se realizará el 22 de abril en Movistar Arena, entradas disponible en Punto Ticket.