Por Ignacio Bataller

Lo que sucede con Mercyful Fate es algo poco común en el mundo del metal: un debut tan potente como el de “Melissa”, seguido de una continuación que llega bastante rápido al año siguiente y que, además, tiene un impacto aún mayor.

Es en este punto donde entra el segundo álbum de la banda, “Don’t Break the Oath”, el cual generó un impacto aún mayor tanto en la música como en su portada en comparación con su disco debut. Para muchos seguidores, este disco se ha convertido en su favorito de la banda liderada por King Diamond.

En temas como ‘A Dangerous Meeting’, se puede notar que la banda está utilizando las mismas características que en su primer disco, pero de alguna manera, de un año a otro, han logrado aplicarlas mucho mejor. Ahora, no solo la canción es excelente, sino también muy pegajosa.

King Diamond exhibe el poder de su voz y su presencia en el tema, mientras que Hank Shermann y Michael Denner hacen resonar sus guitarras como una sola entidad, pero también destacan individualmente. La banda suena como una unidad, creando una atmósfera especial para el tema. Todo lo que estaba presente en ‘Melissa’ se encuentra aquí, pero ejecutado de manera aún más magistral.

Se percibe algo diferente en temas como ‘Come to the Sabbath’, que incorpora ciertos elementos de bandas como Kiss, Iron Maiden, e incluso un toque de Scorpions y Rush. Mercyful Fate ha incorporado influencias de diversas bandas, que son perceptibles, pero de ninguna manera pierden su identidad; el resultado es un sonido completamente único.

No es que la banda haya adoptado un estilo pop o algo por el estilo. Más bien, durante el tiempo transcurrido entre el primer y el segundo disco, experimentaron un crecimiento significativo. En ese lapso, lograron encontrar un equilibrio entre sus influencias y su identidad y estilo propios.

En todos los conciertos que han realizado desde su reformación, este álbum ha tenido una presencia notable en sus repertorios. Los fans siempre han considerado este disco como su número uno.

Un aspecto que destaco es que la banda no perdió su rumbo. Si uno observa la portada del álbum y se sumerge en las letras de las canciones, King Diamond continúa narrando historias satánicas y abordando la figura del diablo sin sonar excesivamente pesado o extremo. En lugar de eso, logran mantener un sonido muy melódico. Esto es lo que hace especial a esta banda, que definitivamente ha influenciado a grupos como Ghost.

El regreso de Mercyful Fate se realizará el 22 de abril en Movistar Arena, entradas disponible en Punto Ticket.