Por Andrés Cornejo
Hemos presenciado a Mötley Crüe en el 2011 con su debut en el Movistar Arena, y a Def Leppard el 2017 siendo parte del Stgo Rock City, pero ¿Te imaginabas alguna vez ver a estas dos leyendas del glam metal en la misma noche?. Pues anoche fue la velada perfecta para los amantes de dicho género que vivieron dos shows sumamente explosivos, los cuales convirtieron el Estadio Bicentenario de la Florida en un olimpo de rock albergando a los dioses del glam metal que nos dejaron de rodillas alabándolos.
Caía el atardecer y las pantallas del monstruoso escenario arrojaron una cuenta regresiva que marcaba la llegada de Def Leppard. 3…2…1 y aparecen los británicos con un look extravagante para iluminar más aun su llegada, y es con «Take What You Want» donde dan el arranque y aprovechan de presentar su nuevo LP “Diamond Star Halos” (2022), pero la euforia colectiva se hizo presente en la siguiente «Let’s Get Rocked«, donde la melodía y el hook de las guitarras de Phill Collen y Vivian Campbell podían hacer mover a cualquiera.
Viendo que los temas más antiguos pegaban mejor, el quinteto avanzó con «Animal» y «Armageddon It«, ambos de su aclamado “Hysteria”, seguido de «Foolin» del clásico “Pyromania”. Simplemente canciones para shows de estadios que nunca fallan para ser coreadas y ayudar a nuestro viejo amigo Joe Elliot en las voces.
A pesar de la calidad vocal el show ofrecía un juego de luces y audiovisuales de otro planeta. Láseres y escenografía futurista iban bien de la mano con la interpretación de <<Love Bites>> con esa intro tan sacada de un film de ciencia ficción. También el uso de la pasarela ofrecía mayor cercanía y movimiento, lo cual nunca hubo un momento tedioso, menos en los temas más tranquilos como <<This Guitar>> y <<When Love and Hate Collide>> que fueron interpretados en acústica con tal pasión.
Lo increíble llegó al final cuando Elliot presentó al mítico Rick Allen en las baterías tocando un solo descomunal donde pegó frenéticamente al bombo por más de 2 minutos, y quien más encima andaba descalzo, y bueno para que decir que es un talentoso con un solo brazo. Luego de eso los británicos se despidieron con el arsenal pesado incluyendo <<Hysteria>>, <<Rock Of Ages>> y <<Photograph>>.
Pero la noche era joven aún; de hecho, para el conjunto de los revoltosos de California la fiesta estaba recién comenzando y qué mejor que festejar con Nikki Sixx y compañía. Arrancan con <<Wild Side>> y la multitud ya dejó claro que Crüe son los favoritos de la noche; saltos, gritos y locura inimaginable se apoderaron del olimpo de La Florida.
Sin parar las revoluciones, el cuarteto abre paso a <<Live Wire>> electrocutando a los fans como tostadora en la tina por ese riff de guitarra tan poderoso, el cual fue tocado fielmente por John 5 debido a los problemas de salud de Mick Mars que lo impidió asistir a esta gira. Aún así teníamos a Tommy Lee siendo Tommy Lee, quien aniquilaba la batería y luego pedía a las fanáticas ver sus pechos…digamos que no tuvo éxito en su búsqueda. Nikki, en cambio, salió a flamear la bandera de Chile e invitó a una fan al escenario para saludarla. Vince Neil… hizo lo mejor que pudo con su voz.
De todas formas, ver a estos tres muchachos repasar su discografía llena de hitazos como <<Looks That Kills>>, e incluso el himno de su película biográfica <<The Dirt>>, con la participación de Machine Gun Kelly en las pantallas, fue sumamente alucinante. También agregar que contaban con globos inflables de más de 5 metros sobre el escenario y la participación de las bailarinas The Nasty Habits solidificó el “rock” en la agrupación.
Lamentablemente todo llega a su fin y Mötley debe seguir recorriendo el mundo con Leppard, es por eso que deciden tirar la casa por la ventana tocando sus más famosas composiciones como <<Dr. Feelgood>>, <<Girls, Girls, Girls>> y <<Kickstart My Heart>>, fue tanto la descarga de energía que de seguro todos salimos con las baterías más cargadas que cuando llegamos. El glam triunfó anoche y se aprovechó al máximo, a estas alturas, quién sabe cuando pueda suceder de nuevo.
