Hace un año casi exacto debutó la versión otoñal de Primavera Fauna, evento que dio cabida a un espectáculo más acotado, pero no por eso menos contundente y que este año volvió a demostrar su efectividad.

Pasar de los amplios escenarios al aire libre y bajo el sol a un espacio mucho más resguardado, techado y preparado para el frío se está convirtiendo en una tradición aceptada por quienes volvieron a disfrutar de una nueva edición del Festival Fauna Otoño. El Espacio Riesco fue una vez más el recinto que recibió más de 10 horas de música, esperados debuts, prometedores regresos y, muy al contrario de lo que se pensaría por ocurrir en pleno otoño, una jornada llena de colores.

Esos matices se vieron reflejados en la cantidad de sonidos y estilos distintos que el evento se ha caracterizado por congregar, así como la presencia de artistas tanto internacionales como locales. Todo esto en una simbiosis que derivado en un festival repleto de mixturas y encuentros interesantes.

Media hora después de que el recinto de Huechuraba abriera sus puertas, los nacionales The Holydrug Couple arribaron puntuales al escenario principal a las 15:30 para desatar su lisergia ante un acotado público. En poco menos de una hora, los flamantes representantes locales despacharon excelentes versiones de los que ya se han convertido en sus éxitos como “Light Or Night” o “If I Could Find You”. La atmósfera psicodélica sometida a sus guitarras y sintetizadores abrió los fuegos de la jornada con un perfecto arranque.

Cosmo Pyke

El primer acto internacional estuvo a cargo del joven Cosmo Pyke que irrumpió en el escenario Fauna Otoño para cumplir con la promesa que sin querer había generado en el público que lo esperaba. Era uno de los artistas más desconocidos para quienes asistirían al evento, pero, sin dudas, fue una de las grandes sorpresas de la jornada.

Acompañado de tres músicos de aspecto tan adolescente como el de él mismo, pasaron las que él anunció como «algunas canciones nuevas y otras antiguas», entre las que “Chronic Sunshine” o “Wish You Were Gone” de su EP “Just Cosmo” (2017) fueron notoriamente reconocidas por el público que vibró ante la mezcla especial del londinense que rescata elementos del rock, soul, jazz y hip-hop. Por muy artista revelación que sea calificado, lo cierto es que Cosmo Pyke demostró solidez y mucho más que eso en la segunda versión de Fauna Otoño.

Sun Kil Moon

Uno de los esperados debuts que preparaba el festival, fue el de Sun Kill Moon, uno de los tantos proyectos del cantante y guitarrista Mark Kozelek. Los sonidos indie folk arremetieron ante los asistentes, acompañados de un particular sentido del humor que logró una conexión importante con la gente. Varias palabras de agradecimiento y un set movido por los nuevos sonidos de su catálogo marcaron su primera presentación en la capital. Gracias al don de la palabra que demostró poseer, Kozelek «pidió» disculpas por estar tocando canciones que probablemente nadie fuera a reconocer, entre las que destacó  “My Love For You Is Undying” y “This Is My Town”.

La presentación de Sun Kill Moon tuvo como principal motor las controversiales referencias que su vocalista hizo sobre la realidad actual que vivimos, su aparente concentración frente a un atril con las letras de sus canciones, pero también de la sensibilidad que logró transmitir tanto la voz de Kozelek como sus potentes composiciones. El show cerró con la emotiva  “I Can’t Live Without My Mother’s Love”, canción que dedicó a su madre y a las de todos los que estaban ahí.

The Drums

A cuatro años de su última y tercera presentación en su país, The Drums retornó a Santiago para volver a consagrase como uno de los actos favoritos del circuito alternativo. Los cinco minutos de retraso que tuvieron al salir al escenario parecieron eternos para la fanaticada que esperaba ansiosa el regreso de Jonny Pierce, esta vez con una banda completamente reformada en cuanto a integrantes, pero con su sonido tan característico intacto.

 “Abysmal Thoughts” (2017), su última placa fue la excusa que los trajo una vez más a Chile, sin embargo cuando “What You Were” y “Me And The Moon” dieron comienzo al enérgico show de los músicos de Brooklyn, se supo inmediatamente que lo que tenían preparado era un extenso repaso a los tracks más célebres de su discografía.

Una hora y quince minutos fue el tiempo que The Drums tuvo para convertirse en el número más bailable y encendido de la jornada. No sólo el sonido cautivó a los asistentes, si no que fue difícil quedarse parado sin ponerse a bailar ante los movimientos de un Jonny Pierce que cumplió perfectamente el rol de frontman. “Let’s Go Surfing”,“Blood Under My Belt” y “Money” transformaron el escenario principal en una verdadera fiesta que tuvo sus momentos más íntimos con canciones como “If He Likes It Let Him Do It” con una versión mucho más calmada que la original y “Book Of Stories”, que fue pedida por un fan y los músicos decidieron cumplir.

Mogwai

Aunque no eran el número final ni el principal headliner del evento, Mogwai, sin dudas, fue uno de los nombres que más seguidores mantuvo esperando expectantes su aparición sobre la tarima. Su retorno a suelo nacional vino acompañado de “Every Country’s Sun” (2017) su más reciente trabajo. Sus más de 20 años de trayectoria fueron plasmados en una presentación que los confirmó como los veteranos del cartel y una de las figuras más importantes del post rock.

Los escoceses se centraron en despachar grandes versiones en vivo de los tracks de su placa más reciente. Así “Every Country’s Sun”, canción que da nombre al disco o “Old Poisons”, por ejemplo, desataron una verdadera explosión que generó una atmósfera envolvente y subordinada a su sonido. Sin embargo, los músicos también dieron tiempo a los tracks de su discografía más anterior, entre los que destacaron “I’m Jim Morrison, I’m Dead” y «We’re No Here», la escogida para cerrar una hora y media que se hizo poca para una agrupación que tuvo mucho que entregar.

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Future Islands tuvo la difícil labor de superar la intensa sensación que la banda anterior había dejado tanto en el escenario como en los espectadores. Sin embargo, no cabe dudas que lo logró y con creces. Cabezas de cartel, último acto del escenario principal y el debut más esperado eran algunas de las etiquetas que los estadounidenses se habían ganado en la previa al festival.

Los músicos que se presentaron como una de las grandes joyas que la música alternativa nos tenía guardada, saldaron la deuda para revelarnos su fórmula secreta en vivo. “The Far Field” (2017), su último y aplaudido trabajo funcionó como motor de una presentación que, como era de esperarse, estuvo marcada por el magnetismo y el carisma de su vocalista Samuel T. Herring. Los golpes en el pecho, los sonidos guturales y los enérgicos pasos de baile fueron revelados por primera vez ante el público local que cayó rendido ante la que, definitivamente, fue la figura del festival. “Ran”, “Beauty Of The Road”,“Seasons (Waiting On You)”fueron algunos de los tracks que desataron la explosión entre la que fue la audiencia más numerosa de la jornada.

La segunda versión de Fauna Otoño volvió a confirmar la efectividad de un espacio dedicado a un circuito que trata de alejarse de los sonidos más masivos para entregar un espectáculo mucho más acotado, pero repleto de propuestas distintas y originales.