Ozzy Osbourne a principio de los setentas estuvo en una de las bandas pilares del metal en el mundo, Black Sabbath. Juntos a ellos vendieron millones de discos y crearon un estilo. Pero en 1979 la banda decide despedirlo, ya no podían más con su abuso de las drogas y el alcohol.

Ozzy quedaba solo y con muy poca esperanza de volver a levantarse, ya no tenía a su banda, no quedaba nada más que refugiarse aun más en las drogas. Poco duro esto, porque ya en 1980 se puso en campaña para empezar lo que sería su carrera como solista. Y dio en el blanco, lanzó “Blizzard Of Ozz”, álbum plagado de éxitos y que solo en Estados Unidos vendió más de 4 Millones de copias.

Para este álbum junto a una banda que sonaba muy bien, encontró en guitarra a quien sería uno de sus grandes amigos, Randy Rhoads, joven de 23 años que venía de estar en Quiet Riot. Se caracterizo por ser un virtuoso, estudioso, una persona baja en estatura y contextura delgada que con su guitarra dejo a Ozzy en shock.

Durante la exitosa gira al instante comenzaron a componer lo que sería su segundo disco en Ridge Farm Studios (Reino Unido). Fue un proceso rápido que duro 3 semanas. Este trabajo unía definitivamente a Ozzy con Randy. El guitarrista tuvo la oportunidad de añadir su gusto a la música clásica, quien también se encontraba estudiándola muy a fondo.

Durante todo este proceso ocurrió también el famoso incidente donde Osbourne, aburrido de la reunión que tenía con los gerentes de CBS Records, buscaba ampliar mas su carrera en EE.UU, así que tomó una paloma y le sacó la cabeza de un mordisco, obviamente el trato no se cerró.

Así el 7 de Noviembre de 1981 es lanzado “Diary of a Madman”, título inspirado en la biografía del famoso ocultista Aleister Crowley, a quien también le dedico una canción en su primer álbum.

La portada contaba con una cruz al revés, un Ozzy endemoniado con la ropa rota y ensangrentada. Como dato curioso, el niño que se ve atrás es su pequeño hijo Louis.
Inmediatamente se convirtió en un éxito. Nuevamente el “príncipe de la oscuridad” deleitaba con su nuevo material, Y Randy estaba en su máximo esplendor dando más riffs inmortales hasta el día de hoy.

Abre con “Over the Mountain”, sigue con otro de sus singles potentes como “Flying High Again”, además de “Believer”, una infaltable en todos los conciertos, o “Diary of a Madman” que cierra el álbum, hermosa creación que mezcla música orquestada con la potente voz de Ozzy.

Se embarcaron en la gira que llamarían “Night of the Living Dead Tour”. Shows memorables donde se representaba la ejecución de un enano, había un castillo de fondo. Osbourne como broma y parte del show tiraba carne al público, pronto la multitud aprovecharía la ocasión para ellos llevar más carne a punto máximo que en las filas para la entrada había gente con cabezas de vacas, llegaban con serpientes y ratas muertas para tirar al escenario.

Pero no todo fue alegrías y en medio del tour vendría unas de las tragedias que lo marcarían en esa época y en toda su vida. El 19 de marzo de 1982, hicieron una parada para darle unos arreglos a su Tour Bus.

En aquel momento Randy Rhoads se acerca a Ozzy para contarle acerca de dejar la música, estudiar y sacar alguna carrera. Obviamente Osbourne le dijo que por favor no lo dejara, que era el mejor guitarrista del mundo, su mejor amigo y un ser maravilloso.

Pero Randy no se quería quedar ahí y decirle a su amigo que se estaba matando con tanta borrachera y las drogas que consumía, debía parar ahora antes de que fuera demasiado tarde. Esa fue la última conversación que tendrían.

Ese mismo día, mientras Ozzy dormía, el chofer del bus invito a algunos integrantes del equipo a subir a una avioneta que había ahí y pasear por el lugar. Los últimos en subir fueron Randy y la maquilladora de la banda Rachel. En el vuelo el chofer pierde el control y se estrellan. No hubo sobrevivientes.

Ozzy perdía a su mejor amigo. Queda devastado al ver el cuerpo quemado y sin vida de Randy. Consideró muy seriamente dejar la música, ya que no podía con todo eso. Pero nuevamente se levantó y siguió, hasta el día de hoy.
Como promesa en su funeral, se comprometió con su familia a que todos los años le mandaría flores en su homenaje. Ozzy aún no se atreve a visitarlo a su tumba.

Ya han pasado 35 años de “Diary of a Madman”, disco fundamental que dejó definitivamente a Ozzy Osbourne como uno de los más grandes del Rock. Pieza clave que cambió la música en el mundo entero.