Manifestaciones de metal hay muchas, y cada una con un sello o característica distintivo, que permite diferenciarse entre sus pares, creando historias, mitos y una cultura única dentro del circuito. Pero la gran pregunta que siempre se le hace al arte en sí ¿Debería trazarse límites dentro de esto? Pues para Cannibal Corpse, ese cuestionamiento lo responde con las portadas de discos más brutales de la historia del género, un sonido gutural extraído desde las entrañas del estómago más malogrado de la escena, y una potencia que no da descanso para cosas banales, ni menos bonitas.

Headbanging intenso, mosh pit eterno y un sin fin de letras que hablan de las torturas y fetiches más enfermos que un ser humano podría ejecutar, esto al ritmo de una batería a 200 km/h anunciando el dolor, mientras las guitarras van azotando con furia tus oídos, a medida que este proceso va creando sensaciones cercanas al masoquismo en su máxima expresión. Dueños de los discos más brutales de su década, Cannibal Corpse dentro de su historia trajo un sonido muy poco digerible al comienzo, y es que la voz de su vocalista original, Chris Barnes, nos mostró una faceta visceral de lo que se puede alcanzar con un tono grave y cercano al vómito. Esto con letras que van narrando intenciones puercas, y que también van emulando onomatopeyas crudas, que se aproximan al asesinato más bestial. Si el death metal ya tenía una potencia y sonoridad pesada, pues esta agrupación neoyorquina le agregó el adjetivo «brutal» de manera irrespetuosa y con una moción violenta.

La banda ha tenido muchas oportunidades de visitar Sudamérica en el transcurso de su carrera, teniendo una extensa lista de tocatas que ha realizado en nuestro país desde 1997 en adelante, siempre llegando con sus diferentes cantantes en el proceso. Han llenado recintos como el Teatro Monumental, Providencia, Teletón y ahora en el Caupolicán por segunda vez, en compañía de Napalm Death, quienes juntarán fuerzas en sus amplificadores para reventar las cabezas de sus presentes en lo que será Metal Attack este próximo 26 de septiembre.

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