Foto: Lotus Producciones
Muchas quejas había del lineup de la quinta versión del festival Lollapalooza Chile, y es que a simple vista no parecía tan completo como en años anteriores, pero tal vez había que conocer un poco más a los artistas y bandas que se presentarían. No por nada estaban Jack White y King Of Leon de headliners cerrando cada jornada, comparando sus nombres con los de otros años uno podía pensar, “este año está malo el festival…” pero la verdad es diferente y los que estuvimos ahí lo sabemos.
El primer día llegamos a ver a los mexicanos de Molotov, una banda que escuchábamos de niños, sabíamos que no fallarían, y no lo hicieron. Pasando por canciones de casi todos sus álbumes, Molotov confirma lo que uno espera de ellos, una banda sólida, con discurso contestatario del cual uno se siente parte; con canciones como Gimme Tha Power y Frijolero, somos todos hermanos con la gente de Molotov. Como no fue de sorprender, la canción más esperada era Puto, single de su primer álbum que dejo la locura en el público, y con la que cerraron su show.
Luego en un intento por ver qué sucede en los distintos escenarios, me encuentro sin querer queriendo con el concierto de Camila Moreno, una artista diferente, con una volada extraña y bella. No la conocía y fue una muy grata sorpresa; de eso se trata también el festival, conocer nuevas bandas y artistas. Camila Moreno, cantautora chilena, se supone que toca una mezcla de pop y folk, pero yo vi y escuché rock. “Que se caigan los que se tienen que caer y que se levanten los que se tienen que levantar”- parte de su discurso, terminando su show con toda la banda en tambores. Genial.
El turno de uno de mis favoritos, estos serían lo mejor del día, The Smashing Pumpkins, un clásico de los 90’s que sigue vigente con un álbum lanzado recién el año pasado, los Smashing son en realidad Billy Corgan y compañía, pero se agradece que siga tocando y creando música, con una pila de hits esta banda tenía todo para dejar la cagá, pero no fue así, tocaron muchos de los temas más relajados, como Ava Adore, 1979, Tonight, Tonight, entre otros. Hasta que Corgan canta “The world is a vampire” el inicio de la canción Bullets With A Butterfly Wings y sacó la rabia de todos que estábamos como encerrados en una jaula, dejando la patá durante esos cinco minutos, los cinco minutos que todos queríamos pasar con un show de los Smashing.
Foto: DAVID SWANSON
Finalmente llega el turno del señor Jack White, si bien fui fan de White Stripes, nunca he seguido realmente su carrera solista más allá de conocer los singles y videos que ha lanzado, y antes de que empezará pensaba que los Smashing era la banda que debería haber cerrado el día, pero no. Entran los músicos en escena, aparece Jack White, medio extraño como él es, y comienzan a tocar Icky Thump full energéticos, la pista del público enloquece, este es el headliner del día y lo merece totalmente. Se aprecia que cada uno de los músicos tiene una expertiz de su instrumento; White que en sus comienzos tenía una banda ultra minimalista, hoy se arma de un conjunto musical de lujo, recorriendo lo mejor de su carrera solista, mete entremedio temas de su vieja banda White Stripes, como Hotel Yorba, We’re Going to Be Friends, y cierra todo con la ya clásica Seven Nation Army, el hit más conocido y esperado por el público. Jack White cumple su pega a cabalidad, cerrando un primer día buenísimo de Lollapalooza 2015, nada que envidiar a años anteriores.
El segundo día lo comenzamos con Bastille. La banda ya tenía su buena cantidad de público esperándolos; en su repertorio tocaron sus temas más conocidos como Bad Blood, Pompeli, Laura Palmer, entre otras, además de coverear Rhythm Of The Night de Corona, cerca del final de su concierto. Un show correcto, dentro de los esperable de la banda indie rock británica.
También hacer mención a la transmisión que se hizo por las señales de cable de VTR del festival, lo cual fue genial ya que desde antes de partir pude ver algunos shows a los cuales no alcanzaba a llegar, gran acierto ahí, ojalá se mantenga en las futuras versiones del festival.
Luego llega el turno de los también británicos, Kasabian, quienes debutaban en Chile tras suspender hace años un concierto, y fue un desmadre espectacular de principio a fin, el público estaba prendidísimo, la banda también, la hora y un poco más que duró fue lejos lo mejor del segundo día del festival. Temas como Days Are Forgotten, Club Foot y Fire fueron los puntos más altos, y también destacable el cover de Praise You de Fatboy Slim, cerrando todo con un coro a cappella de All You Need Is Love de The Beatles. No hay sideshow de Kasabian, pero merecemos, ojalá pronto, un concierto exclusivamente de ellos donde podamos estar más de dos horas vacilando con su música.
Foto: Lotus Producciones
Después de pasar por los escenarios de Robert Plant y Cypress Hill, terminé viendo completo el “show” de Calvin Harris; no puedo dejar de pensar que tipos como éste van y le ponen play al setlist y listo, no canta, no toca nada, digamos que le pone unos sonidos encima a su música envasada y mezcla cada cambio de canción, y sería. Por otro lado, de que cumplió, cumplió, todo el público bailando, cantando y saltando en cada canción, no era como en un concierto de rock donde todos se aprietan, era más como una pista de baile gigante. Se pasó bastante bien.
Y cerrando el festival estaban los Kings Of Leon, banda que tiene una serie de hits que mucha gente conoce, pero que no son tan fuertes o rápidos como para desordenar a la multitud que más bien aprecia con mucho respeto cada canción. Pasaron por el repertorio algunos de sus principales singles como Supersoaker, Closer, Molly’s Chambers, Use Somebody, entre otras, y cerrando con Sex On Fire. La calidad musical de la banda es indiscutible, suenan perfecto, no obstante, si es por entretención del público, tal vez hubiera sido mejor cerrar con Kasabian, banda que viene tocando más o menos los mismos años.
¿Y solo esas bandas vi? La verdad vi varias más, pero no con sus shows enteros, de algunos escuché un par de temas y luego iba a otro escenario, cada uno tiene sus propios gustos musicales y son respetables. Esto fue mi Lollapalooza, de seguro cada persona y grupos de amigos tienen su propia versión de lo que fue este tremendo festival, que a pesar de que nos quejamos de que cuesta caro y que no trajeron a la banda que uno quería, siempre termina siendo uno de los mejores fin de semana del año, todos los que asistimos vivimos nuestro Lollapalooza, este evento que a veces nos da rabia, pero que ya le tenemos cariño y cada año lo esperamos con emoción.
