Debe ser insólito el tener ideales humanos, entregar advertencias en formas vanguardistas de música y aún así ver que la sociedad cae en la misma piedra, y cada vez de manera más baja. Trent Reznor lo sabe demasiado bien, incluso ha estado combatiendo la hipocresía de músicos pop por el hecho de limpiar y mantener una reputación mediática, en vez de estar ladrando las injusticias que EE.UU  está sufriendo hoy en día bajo el mandato polémico y racista de Donald Trump. Él simplemente está sobre explotado por la situación, y la poca contra que se la ha hecho artísticamente, y tal vez todo esto se refleja en esta etapa que cierra la trilogía que comenzó con «Not The Actual Events» (2016) y «ADD VIOLENCE» (2017).

«Bad Witch» puede simbolizar mucho como título, pero su esencia es oscura, es desconocida y es realmente de lo que trata Nine Inch Nails en su faceta más fiel y original. El ruido siendo protagonista de las retorcidas canciones que componen este EP, haciendo homenaje al Bowie de los 90s en hartos guiños y modalidades vocales, conjugando con elementos de jazz que van aumentando la desesperación en ciertos tracks. Shit Mirror´es suciedad industrial potenciada por riffs distorsionados, conteniendo a un Reznor enfurecido, mientras los filtros de la voz van ahogando en delirios y pensamientos. Es la locura inicial que va sumando componentes en el transcurso, para insertarle adrenalina electrónica con Ahead of Ourselves’, uno de los temas que muestra el lado impredecible y animal de NIN, con quiebres que rompen con la estructura inicial de esta canción, acumulando momentos explosivos. Ecos, grietas musicales y una trompeta jazzera que va creando un híbrido raro, ´Play The Goddamned Part´ es el imperativo que va tratando de descifrar la pieza del rompecabezas que falta, nada es claro y cada vez se vuelve difuso, hasta dar en el anzuelo con una sección de aire marcando tic-tac para la siguiente manifestación.

God Break Down The Door es una alusión profética e irónica, y hay que pensar que actualmente hemos perdido una cantidad preocupante de ídolos a través de los años, y la típica frase de «Dios armando su banda soñada» siempre es mencionada. Pues al parecer él rompió la puerta para recibir más seguido a los gigantes. Pero fuera de esa interpretación, acá se da el claro homenaje a David Bowie, y de cierta manera recuerda a I´m Afraid of Americans, esta paranoíca colaboración que Reznor tuvo con el camaleónico artista. Terror psicológico, el asesino tratando de aparecer para embestir con el cuchillo, y la maquinaria creando copias, Im Not From This World habla por sí sola, y no teme a ser un repelente para el oyente habitual, que busca simpatizar con algo agradable. Over and Out marca un final melódico, con un mensaje claro de anunciar una despedida temporal, cediendo el tiempo para enfocarse en otras cosas.

La trilogía nos deja un poco confusos, lo que pudo haber sido un trabajo completo (en vez de EPs separados) terminó siendo un extracto anímico directo de la fuente inspiracional que atravesó Trent en este proceso. Cansado de lidiar con referentes vacíos y leyes absurdas, él deja claro que su mente es una que funciona de acuerdo a como esté el tiempo dispuesto a transar con él mismo. Si bien nada de lo que escuchamos nos trajo aires de cambio dentro de lo que NIN representa, fijo esto se presentó como una maquina del tiempo, en donde presente y pasado conjugaron perfectamente. Un tiempo de disección que se redujo a tres cortos trabajos, que por inquietud quisieron salir sin pretensiones, ni menos preocupaciones.