Han pasado ocho años desde que Underoath lanzó su último disco, para algunos Disambiguation fue la forma perfecta de cerrar la carrera de la banda. A pesar de su quiebre, Underoath renació en 2015 y muchos se preguntaban sobre cuál sería el futuro. Ahora estamos a 2018 y nos encontramos con un nuevo disco de la banda, el cuál puede ser el más importante de su carrera. Esto en el sentido de que es un cambio drástico, ya que dejaron de ser cristianos y según mencionaron los integrantes: “para este disco no hay reglas establecidas ni temores de no sonar lo suficientemente como Underoath”.

Habiendo ya escuchado el disco completo, no es el mejor álbum de la banda, ni tampoco es perfecto, pero considerando todo el proceso de creación y por todo lo que pasó la banda, es claramente un retorno triunfante y genuino. Underoath siempre se caracterizó por ser una de las bandas que sentaba precedentes musicales en el metalcore y con temáticas emocionales, pero en Erase Me, casi todo esto quedó en el pasado. Es casi imposible separar la nostalgia y lo que ya conocíamos de la banda en la reseña de este disco, pero Erase Me superó las expectativas, esto considerando todos los elementos dejaron atrás. Se siente potente, apasionado y con momentos que quedan grabados en la mente. En resumen, es verdad que cambiaron, pero Underoath está de vuelta y suenan más fuerte que nunca.

Algo que para muchos sonaba divertido, era que Underoath, una de las bandas cristianas metalcore más importantes volvió de entre los muertos justo en una fecha cercana a semana santa. Sin embargo, ya todos sabemos que la banda ahora desaprueba la etiqueta de “cristianos” y públicamente han señalado que ya no se consideran personas cristianas. A través de cada letra en Erase Me, nos damos cuenta de que este dogma es cosa del pasado y se cambió por un enfoque en la salud mental, la aceptación y la unidad. Una de las fortalezas más grandes de la banda siempre fue su habilidad de explorar la tragedia y la resiliencia (citamos “It’s Dangerous Business Walking Out Your Front Door”). Esta mentalidad aún sigue en el disco, pero está mucho más enfocada en Underoath perdiendo su religión, pero está claro que no perdieron su espíritu.

Musicalmente el disco suena como un puente entre lo que ya conocíamos de Underoath con el proyecto solista de Spencer (Sleepwave), pero aún así tiene la esencia de la banda gracias a los sintetizadores de Chris Dudley, el héroe de este disco. Los fans van a sonreír una vez que escuchen la batería de Gillespie, sobre todo en el track “On My Teeth”. Hay momentos en el disco que te pueden llegar a descolocar, esto en canciones como “Rapture” y “Wake Me”, las que aún no digerimos del todo, pero aún así, serán las canciones que más van a dar que hablar en este álbum. Pero para los nostálgicos, hay momentos que suenan como el Underoath de siempre (“In Motion” y “Hold Your Breath”)

Para concluir, no quisimos spoilear mucho en cada track ya que nos faltarían palabras para mencionar todos los elementos positivos y negativos de cada canción, realmente es una experiencia que cada uno debe vivir. Erase Me no es el sonido de una banda que tomó el camino seguro y sacó un disco igual al anterior, si no que es el resultado de alguien que recuperó su poder y fue más allá. Sin duda alguna Erase Me es un renacimiento esperanzador en lo que se viene para Underoath.