Foster The People claramente es un fenómeno que tomó al indie por sorpresa, y lo volvió algo grandioso durante la década del 2010 en adelante, y esto debido a una puesta musical que no solo trata de ser agradable y bailable para el oyente, sino que comprende su status intelectual y simbolismo.

Su primer disco «Torches» fue uno de los que captó la atención de las críticas, que si bien no le dieron una puntuación histórica o excelente, destacaron que la frescura de su sonido bailable tenía potencial por delante. Y como no, teniendo himnos como ´Pumped Up Kicks´ y ´Houdini´, recordadas por sus videos musicales y el simbolismo de sus letras.  Pero canciones como ´Helena Beat´ o ´Miss You´mostraban la intención de este grupo de no ser igual a lo establecido, queriendo experimentar con los beat llenos de energía.

Eso conllevó a que fueran parte de festivales enormes, teniendo siempre un espacio ocupado en las reseñas internacionales, en donde su puesta en escena y sonido en vivo eran novedosos, y con una calidad única. Por tres años estuvieron validando su primer trabajo en vivo, ganándose el cariño de sus seguidores, y anticipando lo que vendría más adelante. «Supermodel» en comparación a su antecesor, confundió a sus oyentes, y es que Mark Foster describió a este segundo disco como uno «enojón«, en el contexto de que tuvo que lidiar con muchos problemas personales internos, en donde también criticó el exceso del capitalismo y su lado feo. El sonido adquirió una naturalidad compositora, y al menos Mark trabaja de acuerdo a lo que el momento le esté palpitando.

Su último disco «Sacred Hearts Club» pasa por el mismo filtro, no existe una necesidad de querer calzar o figurar, solo tocar y crear música que vaya siendo sincera a lo que el músico sienta. Aun así, la gira que está trayendo Foster The People está destacando por una puesta en escena y carisma dignos de ser presenciados, con visuales y desplante instrumental que traerá baile y alegría este próximo 31 de octubre en Color Nights Lights.