Por Flavia Saldías
Este miércoles se vivió la cuarta edición del Festival Fauna Otoño, el mismo que en otros años ha conquistado a los chilenos con músicos como Lauryn Hill, Slowdive, Future Islands, Mogwai, The Drums, Beach Fossils, entre muchos otros. Una jornada que comenzó con un retraso de media hora, pero que sirvió para que el público alcanzara a llegar a los primeros shows dispuestos en tres escenarios, dentro y fuera del Movistar Arena.
Este año y con una carga sentimental especial para los fanáticos de la música en vivo -tras dos años de pandemia y sin festivales-, un variado menú de neo soul, pop, electrónica y muchos ritmos latinos y urbanos, atraía a los comensales melómanos.
Soulfia inició la previa en el Arena Stage. A pesar de la hora y contar con una pequeña parte del recinto con público, la chilena demostró que está hecha de talento. Propuso un aperitivo rico en sonoridades que fusionan estilos urbanos actuales con la sensibilidad del r&b, despliegue escénico con coreografías, bailarinas, y la versatilidad de su voz que se pasea por el pop, el trap y el soul. Una ocasión donde sus fans cantaron junto a ella y hasta le regalaron una postal de celulares encendidos que logró emocionarla, en lo que sería el octavo show de su corta carrera musical. Una artista de gran proyección -cantante, pianista, compositora y modelo-, que seguramente seguiremos viendo en grandes escenarios nacionales e internacionales.
Un rato después, la nueva sensación de la música española, Sen Senra, continuó la previa junto al público joven que seguía llegando al Arena Stage. Un show tan lleno de atmósferas que a ratos hacía que su voz se perdiera entre los sonidos de guitarras, bajo y secuencias electrónicas. Pero su nuevo disco, “Corazón Cromado” (2021), era conocido por el público chileno, que coreó y bailó todo lo que hizo sobre el escenario junto a sus músicos. El cóctel de ritmos latinos, urbanos, pop y sonidos electrónicos, parecía una buena receta.
Como gran anfitrión, C. Tangana abrió las puertas de su casa puntualmente. Trajo a su familia, dispuso de la mesa y dejó entrar a sus invitados al que sería su mejor concierto en Chile. Un show sin errores, donde repasó gran parte de su discografía, incluidos los éxitos de su último y premiado álbum El Madrileño (2021), cumpliendo con creces el sitial de protagonista y cabeza de cartel de esta nueva edición de Fauna Otoño.
Es que el gran ganador de la última edición del Latin Grammy, deslumbró con un montaje de alto nivel musical y cinematográfico, en lo que podríamos llamar una versión extendida del aplaudido Tiny Desk, con constantes brindis y una gran sobremesa, armando la fiesta y haciendo que el Movistar Arena volviera a encenderse con música en vivo. El público, en llamas, lo aplaudió, ovacionó y cantó cada verso de sus canciones, haciendo las palmas en clave flamenco y entregándose al show del exitoso cantante español. Una presentación que, tras su paso por el Vive Latino, llegaba bajo la promesa de un show inolvidable. Y como diría Isabel Pantoja: “así fue”.
