Por Ignacio Bataller
Actualmente la escena del metal en Chile vive un periodo de incertidumbre en cuanto a festivales. Ya se confirmó que no habrá Metal Fest en 2026, y tanto el Masters of Rock como el Knotfest siguen sin dar señales de vida. En este contexto, son los festivales más pequeños como el Cl. Prog o el Metal Beer los que deben mantener vivo el espíritu festivalero dentro de la comunidad.
Una nueva incorporación a este circuito es el Power of Metal CL, evento que originalmente iba a ser solo un concierto de Masterplan, pero que gracias al trabajo conjunto de Power Prods y Chargola, evolucionó hasta convertirse en un festival de power metal clásico. El cartel suma a Vision Divine, Grave Digger, Inneforce y Steel Rage, y se realizará el próximo 8 de noviembre en el Teatro Cariola.
Como ocurre con todos los festivales, la clave está en asistir y apoyar, comprando la entrada y siendo parte de la experiencia. Solo así estos espacios pueden mantenerse y perdurar, algo esencial para que la escena siga viva.
El evento, además, es imperdible para los fanáticos del género. Masterplan, una banda largamente esperada, finalmente se presentará en Chile, completando la visita de la “familia real del power metal”, tras las múltiples apariciones de Helloween y Gamma Ray.
Desde Italia, Vision Divine llega como una agrupación que, pese a no haber alcanzado una fama masiva, ha forjado una carrera legendaria dentro del estilo. A su vez, los alemanes de Grave Digger celebrarán más de 40 años de trayectoria, prometiendo un setlist que recorrerá toda su historia, desde Heavy Metal Breakdown hasta su más reciente trabajo, Bone Collector.
Completan la jornada Inneforce y Steel Rage, dos bandas nacionales que aportarán la energía necesaria para redondear una verdadera fiesta metalera.
El Teatro Cariola se ha consolidado como un espacio ideal para este tipo de eventos: cómodo, con buen sonido y una atmósfera perfecta para el power metal. Este género siempre ha tenido un hogar en Chile, y ahora su fiel fanaticada tiene una nueva celebración que esperamos se repita cada año. La única forma de lograrlo es simple: acudir y mantener viva la llama del metal.
































