Por Andrés Cornejo

Fotos por Esteban Ramírez – @estebn.rm

Mientras nos preparamos para dos días épicos de música con el regreso de Mogwai y Massive Attack, el trío originario de Nueva Jersey ofreció una tarde especial en el Parque de las Esculturas, un sideshow lleno de éxitos y rarezas dedicado a los fanáticos que ya tenían su ticket para el festival.

Y aunque la lluvia desenfrenada pusiera en jaque la realización del concierto, el trabajo del equipo y la producción permitió llevar a cabo el show sin contratiempos ni fallas sonoras, transformándolo en una experiencia verdaderamente inolvidable.

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A eso de las 19:10, con la lluvia acechante y el Mapocho a nuestro lado, Ira, Georgia y James salieron lentamente al escenario. Un sample de grillos, acompañado por los shakers de Georgia, marcó el inicio: se trataba, definitivamente, de <<Green Arrow>>. Un tema contemplativo y meditativo que, bajo la lluvia, debió ser la mejor versión que hayamos escuchado en nuestras vidas; una experiencia irrepetible.

Pero Yo La Tengo es de esas bandas que incorporan un sinfín de facetas en su discografía, y esta vez lograron subir las energías, transportándonos a la época de “And Then Nothing Turned Itself Inside-Out” con <<Let’s Save Tony Orlando’s House>>, interpretada por Georgia en voces y batería, mientras el público comenzaba a entrar en calor al ritmo de la música.

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Así es como, entre la tormenta y la ternura, el trío nos fue deleitando: con la ruidosa <<This Stupid World>>, donde Ira destrozaba su guitarra y traía de vuelta las raíces del noise rock; y luego, suavizando el ambiente con <<Polynesia>>, una pieza bellísima bajo la lluvia y los truenos al mando de las dulces voces de Georgia.

A pesar de ser un show propio de la banda, con un repertorio más centrado en su material de nicho o “menos conocido”, hubo espacio para los clásicos de siempre, como <<Moby Octopad>> y <<Tom Courtenay>>, que fueron recibidos con entusiasmo justo cuando la lluvia comenzaba a disminuir.

Obviamente hubo espacio para los covers, y en esta ocasión Ira dejó que un fanático eligiera entre <<Andalucia>> de John Cale o <<Speeding Motorcycle>> de Daniel Johnston. Finalmente, fue esta última la escogida, interpretada en una versión acústica que resultó increíble bajo el chispeo de la lluvia.

Para finalizar esta tarde especial, los músicos se lanzaron de lleno con <<Blue Line Swinger>> del «Electr-O-Pura«, donde Ira volvió a destrozar y balancear su guitarra, generando un sonido hipnotizante y ruidoso que seguramente algún vecino alcanzó a escuchar… aunque, por mi parte, no me molestaría en lo absoluto si fuera Yo La Tengo.

Hubo algo casi hipnótico en la forma en que el sonido y el clima se entrelazaron. Los truenos parecían dialogar con la distorsión y cada pausa suave encontraba eco en el murmullo del agua. Yo La Tengo logró algo que pocas bandas pueden: hacer que lo impredecible —la tormenta, el ruido, la calma— convivieran en un mismo pulso. Y mañana nos volverán a deleitar pero con un show totalmente distinto en el Levi’s Stage a las 16:00.