Por Bayron Ríos
Fotos por Juan Kattan – @Kattan.ph
La edición 2025 del festival Fauna Primavera dio el vamos a su primer día con el pie derecho, una jornada sólida que no tuvo momentos de pausa, con siete bandas sólidas que deleitaron y conquistaron al público en la Ciudad Empresarial. El día comenzaba temprano en la hoja de ruta, los nacionales Fother Muckers fueron los encargados de dar el puntapié inicial al evento, cuando el calor se alzaba como principal protagonista durante el día.
El conjunto nacional deleitó con sus clásicos a los primeros fanáticos que lograron entrar de inmediato a la explanada de la comuna de Huechuraba, ya que una lenta y eterna fila recorría todo alrededor, llegando a los 40 minutos de espera para ingresar al lugar. Situación que se extendió por más de una hora y que mermó la posibilidad de ver a los nacionales y Yo La Tengo, para quienes se encontraban allí. Briceño y compañía arremetieron con “Justo y Necesario”, “Los Ases Falsos” y “Lobo Mayor”, canciones que encajan a la perfección con el espíritu de la ocasión, dejando la gran postal festivalera cuando invitaron a Javiera Mena para interpretar “Otra Era”, uno de los grandes momentos del día viernes.
Tras una presentación el día anterior marcada por la lluvia, Yo La Tengo se repetía el plato con el público nacional dejando en claro una vez más su calidad y potencia. Como es habitual ya con el trío oriundo de Hoboken, la mezcla entre la calma y la estridencia fue la moneda de pago para su show. Comenzando con la clásica “Big Day Coming” para luego invitarnos al viaje en la mental “Sinatra Drive Breakdown”, corte de su último trabajo de estudio. La eterna “Stockholm Syndrome” se sentía como un bálsamo en una versión menos caótica, pero siempre con la distorsión en la guitarra a cargo de Ira Kaplan. La dulce voz de Georgia Hubley en “Satellite” hacía el llamado a la solemnidad del acto en vivo, junto con la esperada “Autumn Sweater” para luego romper las seis cuerdas con “Sugarcube”. Con “Nuclear War”, original de Sun Ra, Yo La Tengo cerraba una presentación potente pero sencilla, como ya es habitual en este poderoso y sensible trío.
Siguiendo la misma línea llegaría el turno de los trasandinos El Mató a Un Policía Motorizado, quienes volvían al país luego de su presentación en REC el año pasado. Como ya es habitual en los shows de la banda, el set sería casi idéntico a presentaciones previas en el país, pero en esta ocasión se sintió más genuina la participación del conjunto. “El Magnetismo” iniciaba la ceremonia, seguida de “Sábado”, corte profundo y clásico de la primera etapa de El Mató, una de las sorpresas del concierto.
Con especial énfasis en el disco “La Síntesis O’Konor” (2017), la banda recorrió lo más calado de ese trabajo como “La Noche Eterna”, “Ahora Imagino Cosas” y “El Tesoro” dedicada a Rivers Cuomo. A la hora de los clásicos, la imbatible “Chica de Oro” prendía a los fans que no dudaron en encender la cancha del Escenario BCI, para cerrar todo con una potente versión de “Mi Próximo Movimiento”. Los argentinos siempre jugarán de local en nuestro país, por lo que es número seguro en estas instancias.
Tras lo hecho por los trasandinos, llegaba el turno de Mogwai en el Escenario Levi’s, una de las buenas presentaciones de la jornada. Los escoceses transformaron inmediatamente su show en algo sacramental, donde la potencia de las guitarras controlaba todo el espectro sonoro del espacio. El quinteto se movió principalmente por lo hecho en su último disco de estudio, pero aun así hubo espacio para clásicos como “Mogwai Fear Satan” o la atmosférica “Hunted by Freak”. Todo un viaje sensorial lo hecho por el conjunto que merece volver al país nuevamente, pero con un espectáculo en solitario.
Lo mismo para James, que si bien fue una presentación sorprendente y pulcra, merece un show aparte. Los de Manchester dieron rienda suelta a lo mejor de su catálogo, desprendiendo gemas como “Sometimes” y sorprendiendo gratamente con canciones como “Shadow of a Giant”, perteneciente a su último disco editado. Aunque faltaron un par de singles monumentales como “Say Somthing” o “Getting Away With It” (Este última estaba en le setlist y por tiempo no la tocaron), Tim Booth y compañía despacharon “Laid” cerrando su preciso concierto, que dejó con ganas de mucho más por parte de los británicos.
Uno de los momentos más esperado de la noche llegaría con el regreso de Stereolab al país, tras 25 años sin visitar el país. Con Lætitia Sadier y Tim Gane a la cabeza, el conjunto rápidamente conquisto al público con “Aerial Troubles”, parte de su último trabajo de estudio y que los trajo de vuelta a los escenarios. La hipnotizante “Vermona F Transistor”, otro de los buenos cortes de “Instant Holograms on Metal Film” (2025), demostraba la calidad innata del conjunto, que en todo momento sonó ajustado como reloj, dejando en claro los años de circo y profesionalismo por parte de los integrantes. “Peng 33” fue toda una locura, momento que desató la emoción y los mosh por parte de los más jugados.
Sadier se notaba genuinamente emocionada con el público nacional que la vitoreó a cada instante, su dulce voz en “Melodie is a Wound” elevaba por los cielos a los fanáticos. A la hora de los clásicos, “Miss Modular” fue insuperable, una canción que necesitaba ser escuchada en el país. El cierre fue a lo grande con “Cybele’s Reverie”, dando fin a un viaje de ensueño, en el mejor número de la velada.
El cierre de la jornada llegaría con Weezer, graduándose desde ya como un nombre obligatorio para festivales. Lo de Rivers Cuomo fue una seguidilla de hits que no dejaron descanso alguno. Con el motivo de celebrar las tres décadas de su álbum debut, los californianos repasaron casi por completo este trabajo, iniciando la función “My Name is Jonas”, desatando la locura en todo el público. “No One Else”, «Surf Wax America”, “Undone – The Sweater Song” representaban de buena manera este disco, siendo lo más celebrado por los fans.
Los californianos también sorprendieron con canciones más ocultas y lados B como “Longtime Sunshine” y “Devotion”, además de cortes como “Why Bother?” y “Pink Triangle”, que representaron excelentemente al tremendo “Pinkerton” (1996). El ambiente festivo que expele la banda se materializaba en divertidos momentos como el cover a “Enter Sandman” de Metallica, y en “Beverly Hills” junto a “Pork and Beans”. Aunque faltaron dos canciones para repasar por completo el “Blue Album”, esta presentación de Weezer fue sólida y que los catapulta como favoritos en el público nacional.
Un cierre perfecto con “Buddy Holly” para una jornada perfecta que solo fue empeñada por lo poco expedito de la entrada y el ya habitual desastre que se forma a la salida de la Ciudad Empresarial, en donde tomar locomoción, sumado a taxistas usureros, la vuelta a casa se transforma en tierra de nadie.


































