Por Ignacio Bataller
Fotos por Rubén Garate – Chargola prod.
Intensa, potente y extrema: así fue la tercera edición de Fatal Prediction, el festival creado por Jorge Chargola que sigue consolidándose como uno de los encuentros más esperados por el público chileno amante del metal extremo. Desde su debut con Possessed y Venom Inc., pasando por su segunda edición —donde rescató bandas del fallido Cl.Rock—, Fatal Prediction ha crecido con fuerza y este año regresó en gloria y majestad con un cartel que prometía una jornada inolvidable.
Abrir un festival nunca es tarea fácil, pero To Kill demostró estar a la altura. Apenas media hora después de la apertura de puertas, a las 15:30 hrs, la banda nacional de death metal subió al escenario para encender los ánimos de los primeros asistentes. Con temas como “Taste”, “Torso” y “Born for Hell”, marcaron el tono agresivo que acompañaría al evento durante toda la jornada. Aunque se formaron en 2016, To Kill ya cuenta con dos discos bajo el brazo y se ha ganado un espacio en la escena local. Su más reciente trabajo, “Not So Weak” (2023), dominó el set y dejó en claro la fuerza y precisión del death metal chileno.
El segundo turno fue para Weight of Emptiness, a las 16:30 hrs, quienes sumaron un matiz diferente con su death metal melódico cargado de influencias doom. Presentaron lo mejor de su disco “Withered Paradogma” (2023), que los consolidó aún más en la escena nacional. A pesar del cambio de ritmo respecto a la banda anterior, la intensidad no bajó: con canciones como “Chucao”, “0440” y “The Flame”, ofrecieron un doom melancólico y atmosférico, perfecto para la hora y el ambiente del festival. Su actuación preparó al público para lo que vendría después.
Puntuales a las 17:30 hrs, los polacos de Hate hicieron su esperado debut en Chile, siendo una de las bandas más ansiadas por el público. Liderados por Adam “The First Sinner” Buszko, descargaron con furia y precisión técnica el blackened death metal que les ha otorgado renombre en la escena europea. Su show fue como una ametralladora implacable: no dio respiro y mantuvo ese toque melódico que los distingue. En presencia, transmitieron la crudeza del black metal; en estilo, el poder del death; y en ejecución, la perfección de un death metal técnico. Aunque en algunos momentos el sonido resultó difícil de captar, la potencia del set no se vio afectada.
El tiempo de espera entre bandas aumentó, pero valió la pena: a las 19:30 hrs llegó uno de los shows más esperados de la noche, tan brutal como emotivo. La legendaria Brujería volvió a pisar suelo chileno con un set cargado de energía, pero también marcado por la ausencia de dos figuras icónicas: Juan Brujo y Pinche Peach, ambos fallecidos en 2024. Su formación actual —El Sangrón, El Criminal, Zángano y El Sativo— rindió homenaje manteniendo vivo el espíritu de sus compañeros y descargando clásicos como “Desmadre”, “Anti-Castro”, “Colas de Rata”, “Revolución” y la infaltable “Matando Güeros”. El público chileno respondió con la misma intensidad, coreando los nombres de Juan y Peach en varias ocasiones. El momento se volvió aún más especial cuando, al finalizar, algunos integrantes se quedaron para saludar y firmar autógrafos a los fans de las primeras filas. Fue un set cargado de respeto, nostalgia y pura brutalidad.
Tras otro breve descanso, a las 21:00 hrs llegó el debut chileno de Vltimas, uno de los actos más esperados de la jornada. La banda formada por David Vincent (ex-Morbid Angel), Rune “Blasphemer” Eriksen (ex-Mayhem) y Flo Mounier (Cryptopsy), acompañados por el bajista neerlandés Ype TVS (ex-Dodecahedron) y el guitarrista portugués João Duarte (Corpus Christii), presentó un set oscuro y envolvente que mostró el carácter único de la agrupación. El show se centró principalmente en su segundo disco, “Epic” (2023), el más melódico de la noche, cercano al estilo de Hate. La banda supo combinar los riffs densos y cargados de black metal de Blasphemer, la precisión técnica y agresiva batería de Flo, y la voz inconfundible de Vincent. Sin recurrir a covers de sus proyectos anteriores, Vltimas reafirmó su identidad con canciones como “Epic”, “Mephisto Manifesto”, “Scorcher” y “Miserere”, que ofrecieron un set atmosférico, experimental y poderoso. El Teatro Cariola se rindió ante este trío de leyendas, que dejó una huella imborrable en el festival.
Para coronar la jornada, Massacre subió al escenario con Kam Lee, Elden Santos, Carlos González y Tim Wilson, ofreciendo un cierre demoledor y directo al hueso. Considerada una de las bandas clásicas más influyentes del death metal y antecesora espiritual de Death, el grupo repasó distintas etapas de su historia con un set de 11 canciones. El repertorio incluyó clásicos como “Biohazard”, “From Beyond” y “Defeat Remains”, pero el estallido final llegó con “Succubus”, un snippet de “Raining Blood” y los himnos de Death “Corpsegrinder” y “Evil Dead”. Ese trío final encapsuló el verdadero espíritu del festival: celebrar el lado más extremo del metal.
Massacre no solo ofreció el sonido más aplastante de la noche, sino que también desató los mosh pits más agresivos y brutales, manteniendo una conexión constante con el público. Fue un cierre épico para una jornada de leyendas, que dejó en claro por qué Fatal Prediction sigue siendo un punto de encuentro esencial para el metal extremo en Chile.
La tercera edición de Fatal Prediction cumplió con creces: un cartel que reunió brutalidad, emotividad, leyendas del género y un público entregado. Ojalá esta edición sea solo el inicio de más jornadas similares en el futuro, porque festivales como este son vitales para mantener vivo el espíritu del metal extremo en Chile.