Ozzy Osbourne, ícono irrepetible del rock y figura central en la creación del heavy metal, falleció a los 76 años. La noticia fue confirmada esta mañana por su familia: “Con más tristeza de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne ha fallecido esta mañana. Estaba rodeado de su familia y de amor”. No se ha especificado la causa de muerte, aunque sus últimos años estuvieron marcados por graves problemas de salud, incluyendo una caída, múltiples cirugías y el diagnóstico de Parkinson en 2020.

Aun así, Ozzy ofreció su último concierto apenas el pasado 5 de julio, en su natal Birmingham, junto a sus compañeros de Black Sabbath, como parte del evento “Back to the Beginning”, donde compartió cartel con Metallica, Slayer, Guns N’ Roses y otros.

Nacido John Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948 en Aston, Birmingham, Ozzy fue influenciado por The Beatles y formó Black Sabbath a fines de los años 60. Con discos fundamentales como Paranoid (1970), Master of Reality (1971) y Sabbath Bloody Sabbath (1973), la banda definió el sonido del heavy metal: riffs densos, letras apocalípticas y una oscuridad sonora sin precedentes.

Tras ser expulsado de Sabbath en 1979 debido a excesos y conflictos internos, Osbourne encontró una segunda vida artística al iniciar su carrera solista junto a Sharon Arden (quien se convertiría en su esposa) y el virtuoso guitarrista Randy Rhoads. El debut Blizzard of Ozz (1980), con himnos como “Crazy Train” y “Mr. Crowley”, lo reposicionó como una fuerza vital en el metal. A pesar de la trágica muerte de Rhoads en 1982, Ozzy siguió adelante durante los 80 con nuevos músicos como Jake E. Lee y Zakk Wylde, y éxitos como su dueto con Lita Ford, “Close My Eyes Forever”.

Conocido también por sus escándalos, protagonizó momentos que marcaron su leyenda: mordió la cabeza de un murciélago en pleno show, orinó cerca del Álamo y fue arrestado, se afeitó la cabeza, y más. Su relación con Black Sabbath fue intermitente, pero se reconciliaron para presentaciones puntuales y, en 2013, lanzaron el álbum 13, seguido de una gira de despedida concluida en 2017.

En paralelo, su imagen pública se reinventó con el reality The Osbournes (2002), que convirtió a su familia en un fenómeno televisivo. Más tarde publicó su autobiografía I Am Ozzy (2009) y protagonizó un documental dirigido por su hijo Jack, God Bless Ozzy Osbourne (2011).

Incluso en sus últimos años, siguió lanzando música: Ordinary Man (2020) y Patient Number 9 (2022) contaron con invitados de lujo como Elton John, Eric Clapton, Tony Iommi, Slash y el fallecido Taylor Hawkins. Estos trabajos fueron un testamento final a su espíritu incansable.

El mundo del rock pierde a una figura monumental, cuya influencia trasciende generaciones. Ozzy Osbourne no solo cambió la historia del heavy metal: encarnó la esencia misma del género, entre el caos, la oscuridad, el talento y la redención.

Descanse en paz, Príncipe de las Tinieblas.

 

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