Por Ignacio Bataller

Fotos por Juan Kattan – Kattan.ph

El regreso de los ex Nightwish a Chile se dio en el marco de su gira Living the Dream Together Tour, un encuentro que combinó emoción, nostalgia y virtuosismo musical. Marko Hietala abrió la jornada con un íntimo set acústico, dando paso luego a una imponente presentación de Tarja Turunen, acompañada por la orquesta Live Action. Juntos interpretaron algunos clásicos de su antigua banda, generando los momentos más eufóricos y memorables de la noche.

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Tras la apertura de puertas a las 18:00 hrs, solo una hora después comenzó la música en el escenario del Teatro Coliseo. La encargada de calentar el ambiente fue Madzilla LV, banda formada originalmente en 2016 en Quito, Ecuador, bajo el nombre Madzilla, pero actualmente radicada en Las Vegas, Nevada. Con su estilo de thrash metal melódico, lograron entusiasmar rápidamente al público. Su energía fue una excelente forma de comenzar el show con intensidad antes del giro hacia lo acústico que traería Marko más adelante.

Tanto los que llegaron temprano como los que fueron entrando con el paso de los minutos, recibió con entusiasmo a la agrupación, que ha estado acompañando a Tarja y Marko en esta gira sudamericana. A pesar de que su estilo contrastaba con el resto del evento, demostraron estar más que a la altura del desafío, incluso presentado a una nueva guitarrista, Sarah Dugdale en el proceso.

marko acustico 17A las 20:00 hrs en punto, el legendario Marko Hietala subió al escenario para presentar su set solista. Aunque breve, con sólo siete canciones, la atmósfera que generó fue única. La conexión con el público se sintió constante, especialmente al interpretar temas de su más reciente trabajo Roses From the Deep, acompañado por Tuomas Wäinölä en una segunda guitarra.

Su propuesta acústica contrastó completamente con la potencia de Madzilla, pero no perdió intensidad. Al contrario, sumó emoción y profundidad. El cierre fue apoteósico, con una potente trilogía: The Islander (Nightwish), Holy Diver (Dio) y un final magistral con Children of the Grave (Black Sabbath). El público ovacionó al músico, que dominó el escenario desde el primer acorde.

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Pasadas las 21:00 hrs, Tarja Turunen hizo su aparición junto a la orquesta Live Action, desatando la ovación del teatro entero. Con su carisma habitual y su inconfundible sonrisa, abrió con Eye of the Storm, conquistando al público desde los primeros segundos. La orquesta en vivo aportó una sonoridad imponente y emotiva, mucho más rica que cualquier pista pregrabada.

El concierto de Tarja se dividió en tres secciones. La primera estuvo centrada en los grandes éxitos de su carrera solista, con siete canciones que incluyeron UndertakerSing for Me y Deliverance. Su voz sonó tan impecable como en sus discos, y su entrega fue absoluta. Mirando a los ojos a los asistentes, Tarja generó esa conexión única que la caracteriza, interpretando cada tema desde el corazón, siempre en perfecta armonía con la orquesta.tarja 40

La segunda parte del show fue, sin duda, el clímax de la noche, inicio con un emotivo cover de Mira Niñita de Los Jaivas, para luego dar paso al regreso de Marko Hietala al escenario para acompañar a Tarja en un bloque dedicado a su etapa en Nightwish. Temas como Higher Than Hope, Slaying the Dreamer y Wishmaster hicieron vibrar al público. También hubo espacio para una canción de Marko, y el segmento cerró con I Walk Alone, de Tarja. La química entre ambos fue evidente. A pesar de que hace años no comparten escenario como parte de Nightwish, su conexión musical parecía intacta. Tocando juntos, revivieron la magia que alguna vez cautivó al mundo. Los fans presentes lo sintieron y lo agradecieron: este reencuentro fue, para muchos, la principal razón para asistir al show.

Finalmente, con Dead Promises, Wish I Had an Angel (nuevamente con Marko) y Until My Last Breath, se dio un cierre redondo. Pedir más habría sido abusar de la perfección alcanzada. El nombre de la gira, Living the Dream, no podría haber sido más apropiado: el sueño se vivió, incluso con un clima perfecto para un espectáculo de esta magnitud. Y como promete su subtítulo, fue en conjunto entre ambos, pero también con el público.