Por Ignacio Bataller
El segundo día del Masters of Rock marcó un cambio radical respecto al primero, dominado por la intensidad y coronado por Judas Priest. Este día, el Movistar Arena vibró con emociones mientras el hard rock se apoderaba del escenario para cerrar la segunda edición del festival.
Las puertas se abrieron a las 17:00 hrs y los primeros asistentes ingresaron rápidamente para asegurar sus ubicaciones. Tanto dentro como fuera de la arena, todo estaba listo para recibir a los fans con comida y bebidas disponibles.
A las 18:00 hrs, la banda nacional Enigma comenzó a tocar, con Álvaro Paci y el resto del grupo preparando un setlist perfectamente adaptado al tono del evento y al público presente, creando un ambiente cargado de emociones desde el inicio.
A las 19:00 horas, Queensryche regresó al escenario chileno con una escenografía retro evocando su primer disco. Durante una hora, Todd La Torre se entregó por completo, ganándose gradualmente a la fanáticada al ocupar el lugar de Geoff Tate. La banda conmemoró sus primeras canciones y época con clásicos como «Queen of the Reich«, «Warning» y «Empire«, estableciendo la tonalidad para el resto de la velada.
El plato fuerte de la noche llegó a las 20:30 con Europe, atrayendo a una gran audiencia en el Movistar Arena. Con un setlist impecablemente diseñado para los fanáticos más acérrimos, Joey Tempest y compañía desplegaron un arsenal de canciones que marcaron generaciones. Se creó una conexión nostálgica entre la banda y el público, destacando clásicos como «Rock the Night«, «Carrie» y «The Final Countdown«, consolidando uno de los mejores sets del festival y el más completo en retrospectiva.
El cierre del segundo día, y del festival entero, estuvo a cargo de Scorpions a las 22:30 horas. Celebrando sus 60 años de carrera, la banda ofreció un show de larga duración que abarcó todas las eras del grupo. Aunque la sección instrumental se mantuvo poderosa y precisa, Klaus Meine enfrentó desafíos con su voz, siendo superada en volumen por los instrumentos en varios momentos.
El público jugó el rol de vocalista, especialmente en temas como «Send Me an Angel«, «Wind of Change» y «Still Loving You«, donde el Movistar Arena resonó con fuerza. Klaus dirigió magistralmente esta «orquesta gigante«, culminando con un cierre que incluyó un escorpión gigante en el escenario y un emotivo tributo a Lemmy por parte de Mikkey Dee.
A pesar de los desafíos, el show no decepcionó y permitió al público revivir estas canciones significativas. Este evento solidificó el rol de Scorpions en 2025, contrastando con Judas Priest del día anterior, coronando así una exitosa segunda edición del Masters of Rock, consolidándose como uno de los grandes festivales de Chile.