En el mundo de la música está lleno de portadas decidoras, y si miramos lo que nos ofrece Songs of Praise, inmediatamente recordamos a los Beach Boys y se puede pensar en que será un disco muy relajado y pop, pero nada distraía más de la realidad.

Shame tuvo gran presencia en festivales y medios europeos, los que valoraban de gran manera la actitud de la banda en los shows en vivo, y esto ya era mucho decir para una banda nueva que ni siquiera había lanzado un EP. Todo esto produjo una alta expectación por el disco debut, y uno de los primeros singles que nos entregó la banda fue “One Rizla”, la cuál es una canción indie-pop muy pegajosa y que tiene un contraste con la voz del frontman Charlie, ya que la manera en que canta, no siempre va de la mano con el instrumental. Por otro lado, la canción distaba mucho de lo poco que conocíamos de la banda, pero aún así, es algo que funciona, y que dejó a varios intrigados sobre como sería realmente el disco debut.

En el resto del disco encontramos una genial mezcla entre lo dulce y lo amargo. En algunas secciones puede ser crudo, pero en otras, las melodías del bajo nos traen un sonido pulido (“The Lick”), y las guitarras se vuelven sucias (“Gold Hole”). Otro punto que nos pone nostálgicos, es que incluso hay algo de esencia britpop durante algunos tracks, especialmente en las melodías de guitarra de “Tasteless” y “Concrete”. A medida que exploramos más y más el disco, notamos que las canciones tienen un balance entre la sección rítmica y la voz, lo que aporta una dimensión totalmente única a la dinámica de la banda. Se siente joven y sin miedo a ensuciarse las manos.

Para algunos, Shame puede sonar como una mezcla entre los dos primeros discos de Eagulls, ya que posee los dos elementos que hicieron populares a esos discos, el sonido “vintage” y los tintes modernos. Para algunos incluso hasta existan similitudes a lo que hace King Krule, mientras que las melodías limpias tienen una esencia a los grandes Real Estate. En simples palabras, Shame toma elementos de música que ya conocemos, y además tiene su nicho en la escena. Esto último nos hace valorar que no les da miedo mostrar sus influencias para unirlas, y darles un vuelco más fresco y actual.

Songs of Praise es el sonido de una banda joven encontrando el camino a seguir, una colección variada entre el brit-pop y el post punk más sucio, pero sobretodo, un álbum cargado de energía y atmósfera que llegó en el momento perfecto. El disco cumplió con todo lo que la banda había dado que hablar durante el 2017, y solo nos hace pensar en que si el fuego de la banda seguirá ardiendo durante este año, puede que se vengan grandes cosas.