Aunque hayan pasado 20 años, pareciera que Ride vuelve a brillar con una luz que nos parece familiar. Aunque quizás haya gente que no tiene idea quienes son Ride. La banda se formó en Inglaterra durante 1988, y fue de las primeras bandas catalogadas como “Shoegaze”. Diez años después la banda se acabó, y los miembros se fueron a otros proyectos, entre ellos Oasis y Hurricane No 1. Hace dos años Ride anunció su regreso, pero a la vez mencionaron que estaban trabajando en nuevo material. Ahora, tenemos el disco en nuestras manos, y podemos decir que Weather Diaries no falló en su cometido.

Las dos canciones que dan inicio al disco, “Lannoy Point” y “Charm Assault” tienen un tono mucho más rock de lo que estamos acostumbrados a escuchar de Ride. A la vez, podemos encontrar varios beats de batería, y melodías vocales que calzan perfecto con los instrumentos de cuerda. La colaboración con el renombrado productor y DJ, Erol Alkan, ayudó a que la banda tomara su sonido clásico pero a la vez tuviera matices nuevos. La suave “Home is a Feeling” tiene una atmósfera muy Pink Floyd, mientras que “Cali” puede ser fácilmente confundida con una canción de Swervedriver. El track que le da nombre al disco “Weather Diaries”, nos lleva lentamente por una atmósfera etérea que nos hace sentir como si el tiempo no hubiese pasado para Ride.

No es un disco que pueda llegar a ser considerado una obra maestra, ni tampoco que supere a sus dos discos más reconocidos Nowhere y Going Blank Again, pero, es la evolución perfecta para una banda que después de 20 años, logró insertarse en la escena actual.

En el disco encontramos ritmos pegajosos, paisajes sonoros variados y guitarras distorsionadas, que nos traen de vuelta a una banda que ayudó a crear muchas de las bandas que escuchamos hoy en día, y que se sienten más seguros que nunca con lo que están haciendo. Puede que pasen muchos años para que volvamos a escuchar nuevas canciones de Ride, pero si hay algo seguro es que estaremos expectantes si sucede.