Cuando muchos se enteraron de que la icónica banda Slowdive iba a lanzar un nuevo álbum, estaban con una gran incertidumbre, otros, estaban totalmente optimistas pero preocupados de que quizás su sonido no se podría adaptar al siglo 21. Después de todo, su último álbum Pygmalion fue lanzado hace 22 años, un lapso que en muchas bandas genera cambios que no dan frutos al momento de su regreso.

Sin embargo, Slowdive, ha superado cualquier expectativa, ya que es un disco genial, cargado de canciones que suenan nostálgicas y con aquella sensación noventera, pero que a la vez suenan modernas y que se adaptan a los tiempos actuales. Algo que llama fuertemente la atención es lo increíblemente fresco que suena, ya que a momentos no se parece al trabajo de una banda que no ha lanzado nada desde los noventas. Aún así, todos los elementos de Slowdive se encuentran presentas: voces etéreas, guitarras con delay, melodías con reverb; y que están sonando mejor que nunca.

Desde el primer track “Slomo”, la banda parece firme en conseguir capturar la magia de sus discos anteriores, con guitarras y voces de ensueño y que enganchan de inmediato. En estar canción como en muchas otras del disco, la banda logra construir una instrumentación que lleva a un clímax que captura ese sonido “épico” del shoegaze. Los singles anteriores “Star Roving” y “Sugar for the Pill”, sirven como una base donde se construirá el resto del álbum. A lo largo del disco podemos escuchar que la banda está explorando nuevos territorios, y que nos hacen notar que es un álbum altamente espacioso con grandes capas de sonido que llevan a ese sonido típico del shoegaze, pero que no termina sonando como un derivado como bandas más actuales de dream pop, por ejemplo Beach House.

Las voces de Goswell y Halstead en “Everyone Knows” es puro Slowdive clásico, que a la vez logra dar un excelente contraste a las guitarras distorsionadas que están en la canción. En el mismo camino, va “Star Roving”, que le hace honor al nombre, ya que suena como la canción más espacial y extraterrestre que la banda haya grabado, uno de los puntos más destacados del disco.

Otro de los puntos altos del disco es “Go Get It”, una canción que se aleja del sonido típico de la banda, y nos lleva hacia el post-rock, y que a la vez tiene tintes de los últimos trabajos de Talk Talk, debido a sus variaciones dinámicas. Algo igualmente sorprendente es el track que cierra el disco “Falling Ashes”, una balada de piano que tiene una guitarra acústica que nos conecta al sonido de la banda. Al igual que “Slomo” comenzó el álbum, es en esta canción final nos da un final relajante y que nos deja expectantes al futuro de la banda. Otro punto a mencionar es que en “Falling Ashes”, las voces tienen una presencia más prominente en la mezcla de sonido y en donde existe mayor énfasis en la letra.

Slowdive captura el sonido joven y melódico que definió sus primeros álbumes, pero si algo le falta, puede ser que se extrañó aquella intensidad que la banda exploró en canciones antiguas como “Souvlaki Space Station”. Aún así, para cualquiera que estaba dudando si el regreso de la banda fue una buena decisión, Slowdive nos entrega un disco maravilloso, nostálgico y que sin duda será uno de los más destacables de 2017.