“¿Hacia donde vamos ahora que nuestros 20 se acabaron?, todos me lo preguntan una y otra vez”, es lo que señala el vocalista Greg Barnett en “Tellin’ Lies”, el track que abre la quinta placa de The Menzingers, llamada After the Party.

El melancólico y abrupto riff que atraviesa la canción como un martillo en un vidrio, responde esa pregunta de una forma totalmente potente. Este track nos muestra que la manda se encuentra en su mejor momento, además es una genial metáfora para la realidad de la vida, y cuando esta se aparece e interrumpe los días de juventud, en donde no había responsabilidad alguna. Para los fans que tienen casi la misma edad que los integrantes de la banda, se van a sentir totalmente identificados con la pregunta incómoda que se están haciendo.

En su último esfuerzo, la banda ha logrado crear un trabajado e imparable álbum melódico cargado de canciones totalmente coreables, y además la composición musical después de cinco álbumes es aún más profunda y conmovedora que nunca. “Lookers” es como una luz tenue que luego explota y es imposible no quedarse a observarla durante largo tiempo, y esto demuestra que Barnett se mantiene como uno de los mejores compositores que la escena tiene que ofrecer. Se tomaron notas y frases que parecen sacadas de conversaciones con amigos y familia, y se creó una historia desde un punto de vista observativo y que está cargada de significancia y donde cada detalle está altamente trabajado.

La escena musical es difícil para los músicos independientes, ya que deben sufrir y trabajar duro para llegar a donde quieren, y lograr este estilo de vida requiere un sacrificio real, una pastilla difícil de tragar si eres una persona casi adulta con hijos, y con cuentas que pagar. Tomando una nueva inspiración y dirección, After the Party es un álbum que recopila de una manera magistral las recompensas de esos sacrificios. Una celebración de una vida vivida en el momento, una vida que no se sabe hacia donde va, pero a la que no se le tiene miedo. En el mundo en que vivimos, donde está plagado de división y falta de empatía, necesitamos bandas como The Menzingers para que nos recuerden que si hay bien en el mundo. Hay amistad, amor y comprensión, y aunque sus cursos no siempre funcionan bien, siempre son una opción. No hay una razón para dejar de creer.

“Livin’ ain’t Easy” es el broche de oro para cerrar el álbum, y es una canción que engloba todo el concepto del disco, y que tiene una melodía totalmente dulce que contrasta con la letra, que habla de lo difícil que es la vida.

Los discos anteriores de The Menzingers fueron álbumes donde te perdías en ellos, pero esta vez las cosas son diferentes. After the Party no es un disco acerca de encontrarte contigo mismo, es un álbum acerca de autoconstruirte pieza por pieza, de regenerar tu alma destruida con creatividad y pasión.