Un montón de interrogantes aparecieron apenas supimos sobre este álbum, siendo la principal “¿por qué?”, ¿por qué Northlane escogió lanzar un disco sorpresa, un método que puede ser confuso y emocionante para los fans?. Esto es algo que hacen bandas y artistas con una potente cantidad de seguidores, como Skrillex, Radiohead e incluso Beyoncé. En comparación, Northlane, es una de las bandas más populares del metalcore, pero no alcanza la magnitud de los nombrados anteriormente.

Mientras escuchamos Mesmer, tampoco obtenemos una respuesta concreta. Se siente como un álbum sobre producido y que a ratos no tiene ese toque especial de la banda. Esto es principalmente porque Northlane es una banda que lanza discos que difieren mucho del anterior, incluso en Node, el que era genial en su momento, ahora es poco recordable. El primer single de ese álbum fue Rot, y aún lo recordamos a ratos, pero con Mesmer no pasa eso en casi ninguna canción.

Este no debería ser el caso, ya que están todas las piezas que podrían hacer un álbum genial de Northlane. Hay una fluidez notoria en la banda como un todo, a la que se le inyectó más melodía y claridad, que es como una brisa de aire fresco en la saturada escena del metalcore, y que hace que sus toques progresivos se escuchen un poco más pop, como el bajo en Colourwave o el riff de guitarra de Solar que nos recuerda fuertemente a Limp Bizkit. Lo mismo va para la voz de Marcus Bridge, el cuál es claramente un cantante que se siente más cómodo en las voces limpias, pero que cuando es necesario, agrega la potencia de los gritos, como en la canción que abre el disco: Citizen. Incluso las letras son destacables, con la selección de temas más amplia de la banda hasta la fecha, como la pérdida de seres queridos (Fade), la relación destructiva entre humanos y la naturaleza (Savage), e incluso Edward Snowden (Citizen) y el fallecido Tom Searle de Architects (Paragon), el cuál es material en bruto para hacer algo remarcable.

Aún así, a pesar de todo lo mencionado y el talento técnico de la banda, en esta nueva producción no se logró. Mesmer es algo lento, largo, y es difícil mantener el interés en él. Por otro lado, se hizo uso de gran cantidad de capas sonoras, lo que podría haber dado un sonido con más texturas, complejo, pero que se destruye cuando esto empieza a ser reciclado entre las canciones, como el sonido djent de Render, que en un punto cuesta distinguir de otras canciones del disco, e incluso otras bandas. El poder técnico y la potencia siempre han sido las armas más fuertes de Northlane, pero con Mesmer, es difícil encontrar algo memorable. Esto último solo es aplicable a algunos tracks (Citizen, Solar), ya que el sonido el disco es débil, se siente “lejos”, sin potencia, y que tiene pocos puntos destacables, incluso prestándole atención al 100%.

Todo esto resulta frustrante, porque en Mesmer hay tintes de la genialidad instrumental, y composición que nos muestran que la banda si puede tener grandes ideas y ejecutarlas magistralmente, pero cuando todas esas ideas se juntan, todo se desarma. Puede parecer injusto criticar a la banda considerando todo lo que han logrado, ya que tienen el nombre necesario para hacer lo que quieran y crear algo que cause impacto, pero con Mesmer no lo logran. Es un disco fragmentado, donde este impacto solo se logra de débil manera escuchando el disco completo. Esto podría responder la pregunta de porqué la banda decidió lanzar el disco completo, ya que daría más interés y más material del cuál hablar, pero Mesmer no logra cumplir las expectativas que la banda esperaba.