Estuvimos cubriendo la vuelta de los hermanos Cavalera en un ejercicio nostálgico, a 20 años del lanzamiento del exitoso disco Roots de Sepultura, un disco icónico que marcó un quiebre en el sonido de la banda de los brasileños.

El comienzo de la jornada estuvo a manos de Incite, banda soporte del tour del Roots comandada por el hijo de Max Cavalera, Richie Cavalera. Incite logró motivar a un grupo de espectadores que se encontraban cercanos al escenario, mediante una propuesta musical con mucha energía de parte de su frontman, además de riff sincopados y rápidas baterías con doble pedal al puro estilo del Trash y Groove metal.

Pasadas las 21 horas aparecen los hermanos Cavalera en el mismo recinto que los albergó en 1996; esta vez acompañados por el guitarrista Marc Rizzo (Ill niño,Soulfy) y el bajista Tony Campos (Static- X, Soulfly). Con un entusiasta saludo de Max a un Caupolicán casi repleto comienza el insigne riff de Roots Bloody Roots, que dio inicio a los mosh, slam, saltos y puños al aire de la jornada. Los hermanos Cavalera presentaron en el mismo orden los 15 tracks del disco editado el año 1996, en el cual como principal sustento esta la destacada ejecución de las percusiones a manos de Igor Cavalera que en más de algún tema tocaba los temas bastante más rápido de lo que fueron registrados.

Max Cavalera sigue manteniendo, a pesar de los años, el mismo carisma, pero con una voz un tanto más deteriorada, por lo que se apoyaba de una equalización con hartos efectos de reverb y delay y un volumen superior en relación a sus compañeros de banda.

La ejecución de los temas y el sonido, fue de alto nivel. El principal encargado de las guitarras, Marc Rizzo, no solo aportaba energía y entrega en el escenario, sino que un notable manejo en las 6 cuerdas; lo que permitió a Max enfocarse más en el canto, animar al público,tocar el berimbau o las percusiones.

Como punto bajo podríamos mencionar la falta de músicos de apoyo para temas como Ratamahatta, Breed Apart y Lookaway; además de la ausencia de guitarras acústicas en temas como Jasco e Itsári.

Una vez presentado el Roots, vino la segunda parte un poco más informal, ya que fue en formato dúo, donde Max e Igor hicieron una pasada por varios covers de históricos del metal como Black Sabbath, Slayer y Motorhead; en este último acompañado de su hijo Richie. En el cierre y con la vuelta de Rizzo y Campos al escenario, no podían faltar para los más fanaticos, algunos de los temas clásicos de Sepultura (en formato Medley), en donde más de algún fanático (entre los cuales me incluyo) extrañó más temas del Chaos A.D, pero que no empañó el broche final con una poderosa (y muy rápida) versión de Roots Bloody Roots.