The Dillinger Escape Plan ha realizado su último disparo, que sin duda alguna no fue silencioso. “Dissociation” es la placa final de esta banda icónica del math/tech metal, que nos regalaron algo genial antes de decir adiós. El álbum funciona perfectamente como un todo: en momentos es frenético y pesado, y luego tiene melodías electrónicas y suaves que hacen un contraste que no dejará indiferente a nadie. Dicen que lo más importante para una banda es el primer y el último álbum que crean, y esto es exactamente lo que le pasó a TDEP. Como se trata del discurso final, lograron darnos uno para recordar.

Dissociation” parte con el sonido clásico de Dillinger, con la canción “Limerent Death”, es inmensa, fuerte y totalmente arrítmica y frenética. Todo lo que los fans esperan y disfrutan sobre la banda está fusionado en el primer track. Es la composición compleja, los cambios de tiempos continuos y la voz intensa de Greg Puciato lo que caracteriza a la banda.

Luego continúan con “Sympton of a Terminal Illness”, la que además de tener un título genial, inmediatamente pone en la mesa el sonido de sus años más recientes. Canciones electrónicas, más emocionales y melódicas son algo que ha estado presente durante largo tiempo en la banda, pero se volvió más prominente en la placa de 2013 “One of Us is The Killer.

Del disco actual, el bajista Liam Wilson comentó que hay canciones del disco que suenan como “un lado inesperado para la banda, pero que aún sigue siendo experimental.” Estas son palabras que definen de una manera fenomenal al disco.

Como dijimos anteriormente, hay cosas que hemos escuchado hacer antes a la banda, pero que al mismo tiempo suenan de una manera diferente. Hay tracks que son la música más pesada de la banda en años, pero hay otros que son los más livianos de su carrera. La canción que le da título al disco y que también lo cierra, es quizás lo más bello que la banda ha producido. En un principio suena raro, pero aún nos causa algo, y mientras más los escuchamos, mas descubrimos y más lo disfrutamos.

El único punto criticable del disco es que a pesar de que se hicieron cosas nuevas, hay momentos que suenan como algo que no suena fresco. Está claro que ellos hacen este estilo math/tech metal mejor que nadie, pero ya no son tan únicos como antes, y actualmente han surgido un sin número de subgéneros que nos recuerdan a ciertos pasajes del disco. A pesar de este punto, aún es un disco sólido, pero que no reemplazará al favorito de los fans, o será recordado como un momento insigne del género, en comparación a previos discos de la banda.

Como todos sabemos, este es el álbum final de TDEP, y es por eso que es inevitable no escucharlo, y a la vez nazca el deseo de escuchar todo su catálogo como banda, como un recordatorio, algo para comparar como las cosas cambiaron y que cosas siguieron siendo las mismas. Una cosa que no cambió para nada en los 17 años que separan a “Calculating Infinity” y “Dissociation” es que la banda jamás ha tenido miedo para experimentar. Pocas bandas pueden decir eso, y para nosotros es esto lo que los llevó a ser lo que son, y es esto lo que hará que los recordemos por siempre. Gracias The Dillinger Escape Plan.