Hace poco más de una semana, nos enteramos de la lamentable muerte del guitarrista de Architects, Tom Searle, luego de una larga batalla contra el cáncer de tipo melanoma, del cuál, luchó hasta el final. Si eres o no un fan de la banda, todos podemos estar de acuerdo en que, 28 años no es una edad para partir, y es aún más lamentable sabiendo que estaba en el peak de su carrera.
Tom fue diagnosticado de cáncer el 2013, luego de una cirugía de tumor que tuvo en su pierna, pero lo que nos fans no sabían, era que aún seguía luchando contra la enfermedad. Todos lo supieron recién en el momento de su muerte. Durante esos tres años, Architects se volvió todo un referente del metalcore mundial, y fueron galardonados con reconocimientos por parte de revistas del género. Tom nunca demostró señales de estar decaído, o con ganas de terminar con su carrera. Siempre con una sonrisa, no dejó que el cáncer se apoderara de su vida, e incluso llevó su trabajo a direcciones que no había logrado antes.
En homenaje a esto, repasaremos toda la carrera de Architects, y veremos porque esta banda aportó tanto y se reinventó muchas veces en un género que cada vez más parecía que estaba en decadencia.
La carrera de Architects comenzó en 2004, con Matt Johnson (Vocalista), Tom Searle (Guitarra principal), Tim Hillier-Brook (Guitarra rítmica), Ali Dean (Bajo) y Dan Searle (Batería). Como han citado los miembros fundadores en varias entrevistas, las principales influencias para la banda, desde sus inicios, han sido bandas como Converge, The Dillinger Escape Plan y Meshuggah.
La primera placa oficial de la banda es “Nightmares” (2006). Con tan solo 18 años, la banda ya había conseguido su primer contrato con un sello independiente, del cuál , se desprende el álbum. El disco no es algo extraordinario, pero inmediatamente notamos las influencias Mathcore de la banda, lo hace que apreciemos un sonido no explorado por otras bandas del género en ese entonces. El disco llamó la atención de la mayoría de los fans del metalcore, y varios sellos del género, todo parecía viento en popa y que venían grandes cosas para la banda.
Ya en el próximo año, fue donde llegó el vocalista que hoy en día conocemos (Sam Carter), y la banda lanzó el que realmente es considerado su álbum debut “Ruin” (2007). El disco contó con gran aceptación por parte de la crítica, y nos brindó riffs con gran precisión que tenían la habilidad para contraponer brutalidad y melodías épicas. Esto fue razón suficiente para que los ávidos fans del metal y hardcore disfrutaran escuchando la banda. En este punto, la banda ya contaba con gran reconocimiento, pero aún faltaba algo que los catapultara en la escena mundial.
En 2009 nos llegó “Hollow Crown”, el cuál es considerado por los fans como el mejor álbum y el más característico de la banda. Con canciones icónicas como “Follow The Water” y “Early Grave”, inmediatamente notamos que Architects estaba aquí para hacer cosas grandes. Riffs técnicos y algunos de los breakdowns más cabeceables de la vida, se robaron el corazón de los fans. El disco no es perfecto, pero era un gran paso en el camino de la banda para posicionarse como uno de los referentes del metalcore. Ya por esos años (e incluso gracias a sus discos anteriores), varias bandas estaban utilizando elementos mathcore en el metalcore, pero aún así, el estilo y sello de la banda, hacían que Architects siempre sobresaliera en la escena. Todos los fans, esperaban que el próximo disco de la banda fuera algo aún más pesado, pero nadie esperaba lo que estaba por venir.
En 2011 fue lanzado “The Here and Now”, el cuál fue un cambio drástico en comparación a los anteriores esfuerzos de la banda. Inmediatamente en canciones como “Learn to Live” y “Heartburn”, notamos que la banda cambió de gran manera el sonido de la banda por algo más melódico y accesible, e incluso ahora las voces limpias de Sam Carter contaban con aún más presencia. Las letras de la banda también tuvieron un gran cambio, ya que las anteriores letras más negativas o sobre temas como la muerte, ahora eran casi nulas, ya que las canciones hablaban sobre positivismo y amor. Para algunos esto fue un intento descarado de la banda por ser mainstream. Siguiendo con el punto anterior, los fans y la crítica se dividieron completamente, algunos decían que era una mala dirección y un pésimo disco, y otros alababan la versatilidad de la banda de explorar por diferentes géneros e influencias y aún así mantener el espíritu de la banda. En este punto, la banda parecía haber perdido lo que estaban buscando, e incluso Tom en una entrevista declaró que este disco lo consideraba como un “accidente de auto”. La promoción y gira del disco fue muy corta, y a los pocos meses la banda se recluyó y comenzó a escribir para el siguiente disco, ya que tenían algo más que probarle a la escena.
En 2012 nos llegó “Daybreaker”, el cuál fue un pequeño regreso a las raíces de la banda, ya que aún mantenían elementos melódicos, pero con otros elementos que nos hacían volver a las raíces pesadas de la banda. El disco contó con gran aceptación por parte de los fans, pero con una división por parte de la crítica. En cuanto a letras, acá la banda tomó un tono mucho más negativo y crítico sobre la religión, política y sociedad. Tomando todos estos elementos, podemos desprender la que es quizás la canción más popular de la banda “These Colours Don’t Run”. Poco después del lanzamiento, el guitarrista Tim Hillier-Brook, dejó la banda por proyectos personales. Con este disco parecía que la banda había encontrado el camino a seguir, y eso, lo tenían que demostrar con su siguiente álbum.
En 2014 fue lanzado “Lost Forever // Lost Together”, el que es quizás en su totalidad, el mejor trabajo de la banda. Una montaña rusa sin parar con riffs agresivos y verdaderos himnos del género, canciones como “Gravedigger”, “Naysayer” y “Broken Cross” ya son clásicos de la banda. El disco contó con gran aceptación por parte de la crítica y los fans, y además notamos la pasión de la banda y la energía que siempre los ha caracterizado, pero acá la percibimos aún más, y claramente Architects encontró el sonido que estaba buscando. Se apegaron a sus elementos más característicos y lanzaron el álbum que los catapultó a ser una de las mejores bandas y que aún se seguía reinventando y manteniéndose en un género considerado en decadencia por algunos, cómo lo es el metalcore. En este disco, la banda no tuvo miedo en escribir sobre temas importantes y vitales, como el cáncer y temas sociopolíticos. Luego de una extensa promoción, la banda aprovechó su prosperidad creativa, y nuevamente comenzó a escribir una nueva placa.
En 2016, nos llega el último disco de Architects con Tom como principal compositor “All Our Gods Have Abandoned Us”. Este álbum tiene una exploración en territorios más oscuros, pesados, e incluso emocionales. Con canciones que rompen los mismos esquemas de la banda en cuanto a composición, Architects tomó un riesgo que valió totalmente la pena. Este fue un disco muy personal para Tom, el cuál declaraba en videos del making off, que estaba “aprovechando el tiempo creativo que le quedaba”, el cual claramente sabía lo que iba a pasar. En sintonía con lo mencionado anteriormente, el disco termina con la canción casi de despedida de Tom Searle “Memento Mori”, la cuál es el mayor desvío del sonido clásico de Architects, y que nos muestra perfectamente como la banda puede tomar elementos e influencias electrónicas y de post-metal para llevar más allá las composiciones. Este es sin lugar a dudas el álbum más pesado y rápido de la banda.
Para concluir, claramente Architects es una banda que ha influenciado de gran manera a bandas actuales del género, como While She Sleeps, Northlane, Counterparts, etc. Durante toda su trayectoria como banda lograron posicionarse como una banda insigne e influyente del metalcore mundial, e incluso podríamos decir que cada vez ponen el estándar a seguir. Sin lugar a dudas el género ha perdido a uno de sus visionarios, alguien que conocía el verdadero poder de una buena composición y cargarlas de mensajes que formaran parte de la vida de los fans. En un año donde han ocurrido tantas muertes de músicos, el aporte de Tom Searle y Architects, no debe ser subestimado.
