Sin dudas una de las bandas más rockeras en el cartel de este Lollapalooza era Ghost, la banda sueca venía de ganar el premio Grammy a Mejor Interpretación Metal con su canción Cirice. Y si bien ya había visitado Chile en más de una ocasión, para muchos fue la perfecta oportunidad de conocerlos y desde ahí no volver a dejar de escucharlos. Si hasta hubo una encuesta por el propio vocalista donde levantaron la mano los que ya los habían visto en vivo y quienes no, siendo los segundos la gran mayoría de los presentes.

Los riffs muchas veces recordaban a algunas otras bandas como Megadeth, sobre todo la canción “Ritual”, también a veces suena a algo de Rammstein, entre otras. En definitiva, la música de Ghost solo evocaba a gigantes del rock y metal.

Mucha teatralidad y calma en los movimientos del vocalista, entremedio de poderosos acordes que mantenían a los más fans eufóricos y a los menos cabeceando cada tema sin despegarse.

Entre menciones a satanás y un ambiente medio diabólico, su vocalista lanza besos mientras canta y al final los músicos se despiden con gestos de corazón en las manos.

Sin dudas entregaron la música más pesada en esta versión de Lollapalooza Chile, pasando casi desapercibidos entre tanto nombre escrito con letras grandes en el cartel, Ghost fueron unos de los más grandes.