Al saber que Bad Religion tocaba en uno de los escenarios principales, significaba que tocarían la hora completa, no como sucede en otros escenarios. Una hora de Bad Religion significan muchas canciones dada la duración de los temas y la velocidad en la interpretación en vivo. Con un setlist de veinticuatro canciones, muy cargado a lo clásico y más reconocido de su repertorio, la banda atacó a la segura dando lo que la gente más quería oír.

Partieron con una de las más nuevas Fuck You, y en seguida su canción más radial tal vez, 21st Century (Digital Boy). El show fue pura energía de principio a fin, solo porque así es la música de Bad Religion y lo que genera en la gente. A pesar del calor insoportable a eso de las cuatro y tanto de la tarde, el público de más adelante no paró de saltar y bailar en cada tema, cada vez más apretados, por lo que los encargados de seguridad tiraban y regalaban agua cada cierto tiempo. Algunos mosh se crearon desde el principio y fueron creciendo hasta la parte más intensa del concierto hacia el cierre de la presentación con temazos como You, Infected, Sorrow, Generator y American Jesus.

Bad Religion ha venido muchas veces a Chile, solos, como teloneros de otros grupos, en festivales, y de seguro que mientras puedan volverán a pasar por Sudamérica para que nuevos y viejos fans puedan verlos. Por ahora marcaron uno de los shows más energéticos de la sexta versión de Lollapalooza Chile.