Por Javiera Romero M.
Fotos: Nata Failde
Margaret Chardiet: “¿Para qué hacer música que no te haga vulnerable?”
La artista visual y músico experimental neoyorkina se presenta por primera vez en el país en el marco de su gira por Sudamérica. En un concierto íntimo en el centro de Santiago, Pharmakon llega desde Nueva York a reactivar la escena del underground capitalino.
A los 16 años, el pololo de su hermana le dijo: “escucha esto. Tú eres una freak, así es que te va a gustar”. Con ese disco de regalo, Margaret Chardiet empezó a escuchar noise, y cada vez se fascinaba más con el sonido y con el concepto detrás del género. Quiso seguir descubriendo más sobre el estilo, y recorriendo Manhattan, encontró una tienda a la que iba todas las semanas a comprar discos. Luego de escuchar a tantas bandas, decidió hacer su propia música bajo el nombre “Pharmakon”.
Con algunas semanas de gira por Latinoamérica, Margaret se ha presentado en Colombia y Perú que, para su sorpresa, tienen una escena muy activa de música industrial y experimental. Ahora es el turno de Chile, en el que ofrecerá un show exclusivo en el Club MAMBA este 3 de septiembre. En esta entrevista exclusiva, nos habla sobre su música y sobre su visión del arte, y además nos cuenta que, en sus shows, lo ha visto todo.
¿Cómo va la gira?
Increíble. En el show en Colombia había mucha gente, y con los organizadores del show nos llevamos muy bien. Además, conocí a varias personas interesantes y simpáticas.
Bueno, sé que vienes haciendo música desde los 17 años, pero ¿qué te hizo empezar a tocar música noise?
Desde pequeña, escuché punk y rock, porque era lo que escuchaban mis padres. Además, crecí en Nueva York, donde hay millones de tiendas de discos, cada una especializada en algún género. Cuando tenía 16, escuché una compilación de música noise que me dio el pololo de mi hermana, y me obsesioné. Realmente, me fascinó que no fuera sólo música, porque también tenía una parte de arte visual, además de las letras. Le ponían tanta atención al concepto del disco y a cómo las letras y los sonidos se relacionaban con esa idea. Para mí, significaba hacer una pieza de arte, no sólo una canción. Eso me atrajo tanto que quise hacer música por mi cuenta.
Sobre tu música en particular, tiene que ver mucho con el dolor físico y emocional. ¿Cómo reacciona la gente cuando ve esto en tus conciertos?
Es bastante variado, porque depende de la persona. No me gusta pensar en un “público”, porque estás actuando en un espacio con personas que no son parte de un objeto único. Son personas reales, y sus experiencias, su conocimiento sobre este tipo de música y la forma en que el sonido los afecta es totalmente distinta. En mis shows, he visto parejas besándose, gente lanzándose al escenario, otros que salen corriendo tapándose los oídos o haciendo mosh. He visto de todo—ríe.
Tiene que ver mucho con el cuerpo.
Totalmente. Creo que el sonido es una forma de manipular las cosas. Si el sonido es de buena calidad, puedes sentirlo en tu pecho, puedes sentir las frecuencias altas en tus oídos y las bajas en tus entrañas. De repente, la música te está llenando físicamente y no hay lugar para pensar en otras cosas. Estás ahí, presente en el momento justo.
Me quedé pensando en lo que dijiste sobre pensar en individuos, y no en un “público”. ¿A qué te refieres con eso?
Sí, es que creo que la idea de un “público” como un todo significa que el artista es esencialmente un espectáculo. No me gusta pensar en un show de esa forma. Para mí, un show es un medio de comunicación, no un espectáculo. No soy un mono bailando en el escenario para que la gente se divierta, no. Hay un propósito y hay un mensaje.
¿Siempre logras entregar ese mensaje?
A veces, pero no a todo el mundo. Por supuesto, ha habido shows en los que el sonido no era bueno, o en festivales, en que he tocado para gente que estaba ahí para ver a bandas de indie rock y no entendían lo que hago, o no querían entenderlo. Ha habido obstáculos, pero siempre hay algunas personas que sienten algo con mis shows. Y aunque alguien se enoje y no le guste, o se asuste… A veces, cuando entras en estos tipos de comunicación, no siempre es agradable, y probablemente a la gente no le guste, pero no importa. Si logro que alguien piense sobre sí mismo o lo hago sentir incómodo, creo que ya cumplí mi objetivo.
En tus conciertos, siempre hay un momento en que te acercas a alguien y lo miras a los ojos. ¿Qué hace la gente cuando lo haces?
Hay personas que se ponen incómodas y no me miran, o miran a la gente que está a su lado, pero la reacción más común es que me miren de vuelta. Es un momento muy especial, porque el contacto visual es simple, pero a la vez, muy íntimo.
¿No te asusta exponerte así? ¿Ser tan vulnerable?
No, no me asusta, incluso aunque haya alguien a quien no le guste y se ponga incómodo. Sé que esos son los riesgos, pero ¿para qué vivir o hacer arte si no te hace vulnerable? ¿Si no es real? Si haces algo que no tenga agujeros, algo por lo que la gente no pueda ver a través de ti me parece aburrido, porque debe existir la posibilidad de fracasar. Debe haber riesgos para poder crear algo que sea honesto.
¿Es tu música una forma de controlar tus emociones?
Es una manera de procesar las cosas, de seguro. Por ejemplo, la forma en que lo veo es así: cuando te miras al espejo, ves tu cuerpo, pero no te estás viendo a ti mismo, porque la conciencia no tiene reflejo; no hay forma de que puedas verla a menos que hagas arte. Creando, tu conciencia y todo lo más profundo de ti se hacen visibles fuera de tu cuerpo, así tienes un reflejo de eso que te ayuda a entender y a procesar. Cuando la gente dice que mi música es como una especie de exorcismo, para mí eso es una idea demasiado misógina. Tal vez piensan que soy una histérica, o que transmito una emoción que debe ser una especie de demonio—ríe. No, se trata de algo más filosófico.
¿Qué podemos esperar de tu concierto en Chile?
Deberían estar asustados—Margaret ríe. No, no voy a lastimar a nadie, pero sí espero tocarlos con mi música, acercarme a su vulnerabilidad usando la mía. No puedo decirles que no muerdo, pero les prometo que les va a gustar.
Las entradas para el show de este Jueves en Mamba están disponibles en Needle Vinilos, Tienda Dinosaurio y RAT.CL
