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Luego de haber logrado juntar a más de 3500 personas en el Teatro La Cúpula el pasado 11 de abril para el lanzamiento de su sexto disco, Mar de nubes, De Saloon vuelve rápidamente a los escenarios. Este jueves 20 de agosto y en el contexto más reducido e íntimo del Club Chocolate (principalmente por el precio de las entradas), el trío pretende no perder el hilo del éxito que le han traído los tres singles del disco, Domestícame, Mar de nubes y el último hit, Nuestra señal.

El concierto anunciaba novedades y sorpresas. A pesar de haber comenzado mucho más tarde de lo anunciado –salieron al escenario cerca de las 23.00 hrs.- no fue un desaliento para el público bastante heterogéneo que los esperaba en el cómodo y pequeño club. Rompiendo con Mar de nubes, Déjalo y Para ti, el público enganchó de inmediato en una relación con la banda que parece tener sus reglas bastante claras hace un buen rato. Los siguen hace años y cada canción, por antigua que sea, es para ambos, la reafirmación de su compromiso.

La voz bastante nasal de Jean Pierre Duhart es de las voces nasales mejor evolucionadas de la música chilena. Siempre estas voces son complejas en vivo, pueden fundirse con el resto de los sonidos hasta desparecer si el lugar del concierto o tocata no cumple con las condiciones acústicas para poder salvar este detalle. Si bien el Club Chocolate no es un espacio ideal para la fidelidad sonora de un concierto mayormente rockero, la voz de Duhart pudo salir adelante, siempre acompañada de su desplante imparable, cada vez más alejado de los estereotipos. Ahí se notan los más de quince años arriba del escenario.

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Luego de terminar después de cuarenta minutos con Ahora me toca a mí, el encore se presenta con luces bajas, Lucas Pino en la guitarra acústica y Duhart sentado solo con un micrófono para interpretar canciones que nunca tocan en vivo. Nuevamente el público respondió coreándolas todas, aún más apasionados, y los chicos los dejaron tomarse su interpretación a cada rato. Finalmente, en estas instancias, los fans son la mitad del concierto, la mitad que asegura su éxito.

Sin atisbos de terminar pronto, Jean Pierre Duhart – o, simplemente, Piero- presenta al baterista que estaba reemplazando a Ricardo Barrenechea por estar operado, Sebastián Pino, hermano del guitarrista Lucas Pino, miembro de Nebular y segunda guitarra en el concierto de ayer, lo que corrobora el estrecho vínculo que existe entre esta nueva banda y los penquistas. Un enroque bastante potente.

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Ya hacia el final, se atrevieron con un fuerte e impulsivo cover a De música ligera, una canción ya convertida en himno, al igual que Te, evidentemente el tema que los lanzó a la fama y con el que terminarían esta gran presentación. De Saloon ya es uno de los mejores grupos chilenos abajo y arriba del escenario.