Por Felipe Gálvez

La historia cuenta que a fines del siglo pasado la prensa especializada estaba embobada con el sonido inofensivo de bandas como Travis y Coldplay. La sacudida no tardó en llegar de la mano de las guitarras de The Strokes o White Stripes, lo que pasó durante los siguientes ocho años de ese debut de los neoyorquinos fueron muchos refritos e intentos por mantener ese sonido de guitarras en overdrive bien en alto. Los resultados de las bandas que siguieron ese patrón fueron bastante disimiles, pero nos regalaron momentos altos.

Clap Your Hands Say Yeah (CYHSY) nos entregó sin duda uno de los mejores discos indie de la década pasada. Medios como Q Magazine no tardaron en indicar que era “una joya sin pulir” o “un álbum casi perfecto” según Billboard. Lo cierto es que el éxito de CYHSY se debió en gran parte a hacer su propia visión del género, el cual no deja de sorprender a diez años de esa entrega.

Ante un lleno total en el Centro de Eventos Cerro Bellavista (Ex OZ) la banda de Alec Ounsworth presentó en orden todo ese disco que tanto dio que hablar el 2005. El público, que compraba cerveza y subía sus primeras fotos a Instagram tardó en reaccionar ante los acordes de los norteamericanos. Y es que CYHSY no es una banda popular, nunca lo han pretendido ser o al menos eso nos deja en claro las estructuras de canciones que se alejan de lo clásico del género para dar pie a coros ensamblados en estrofas que parecen improvisadas, pero que, definitivamente, no lo son y eso fue sin duda el punto alto del show.

Cada una de las canciones interpretadas por la banda fue ejecutada con tal pulcritud que dejaron atrás ese pequeño rasgo de improvisación que se nota en su primer disco. En ese mismo sentido, queda claro que lo de ellos siempre estuvo pensado de esa forma, construido desde la perspectiva de la relectura, de las segundas vueltas que apuntan a construir una obra de alto nivel en composición y en el trabajo de letras.
Lo lamentable es que la banda nunca pudo superar ese debut y sus entregas posteriores solos nos entregaron un par de muy buenas canciones, las que precisamente se encargaron de completar el show en Santiago.

En conclusión, tras la noche del miércoles, nos queda claro que CYHSY nunca fue ni será una banda popular, y de seguro no les interesa serlo, porque en la concepción de su arte siempre estuvo la visión de construir música efectiva, pero con detalles no convencionales y poco usuales en lo que entendemos por indie.

La imágenes las puedes revisar acá.