Por Constanza Carillo
Eran pasadas las una de la madrugada del sábado 7 de marzo cuando entró al escenario el esperado cantante sirio, Omar Souleyman, con una voz única y un ritmo pegajoso que cautivó el Teatro La Cúpula. Vestía un pañuelo rosado con blanco en la cabeza y una túnica que tapaba brazos y piernas, clásico de lo que ocupan en su región.
Comenzó su hipnótico sonido con un teatro a medio llenar, que con el pasar de las canciones se fue llenando más y más hasta quedar repleto. Era un espacio caluroso, donde todos esperaban con ansias al artista, que ya se había presentado anteriormente en Chile en el Festival Primavera Fauna del año pasado.
El público ya venía con ganas de bailar, ya que antes se había presentado Cholita Sound, que dejó la vara alta, con un espectáculo muy entretenido, donde usó diversos disfraces para cautivar a la gente.
El show de Omar no estuvo exento de problemas, ya que al principio hubo algunos problemas técnicos que provocaron ciertas pifias del público. Sin embargo, nada pudo opacar su espectáculo, donde se demostró bastante ameno con el público, acercándose a ellos para darles la mano.
La fiesta prendió más cuando se comenzó a escuchar el sonido de Warni Warni, donde todos bailaban la conocida canción y le sacaban fotografías al cantante, donde ya se podía observar una cúpula repleta.
A mitad de su espectáculo subió al escenario a dos personas del público, que eran de su país – y que anteriormente le habían tirado una bandera- quienes bailaron el ritmo árabe mezclado con la electrónica, con unos pasos de baile bastantes entretenidos.
Luego de pasado cuarenta minutos de que comenzó, el show finalizó. A pesar de que se hizo muy corto, fue un agradable concierto, donde tocó sus mejores temas e hizo bailar a todo un teatro con su fiel estilo. Además dejó en claro que tiene bastantes seguidores chilenos, a pesar de no ser un artista tan conocido en nuestro país.
Finalmente, esperamos tener a Omar Souleyman devuelta en nuestro por estas tierras para que nos siga deleitando con su peculiar música y estilo que solo él posee.
