Esperamos de Super Duper Alice Cooper (2014) una sarta de obscenidades, excesos, rock and roll, teatralidad y frikismo puro y duro. Es algo lógico de esperar para el documental exhibido en el primer y el quinto día del Festival IN-EDIT NESCAFÉ 2014, y que está enfocado en un personaje ya muy bien considerado legendario… y no fuimos por eso defraudados.
La historia de Vincent Furnier (Detroit, 1948), mejor conocido como Alice Cooper, es un libro abierto a la visceralidad y al exceso de una dualidad sólo sopesada por su propio altergo. No por nada el documental acierta en mostrar esta dicotomía mezclando fotos y rodaje de archivo, con extractos de películas clásicas como Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1920) y Das Cabinet des Dr. Caligari (1920).
En la obra audiovisual participan personas diversas del entorno de ambos personajes que viven dentro de la mente de Cooper (Vincent y Alice). Por un lado, la madre de Vincent, Iggy Pop, el carismático manager Shep Gordon y hasta el siempre extraño John Lydon (Johnny Rotten).
De todas maneras, el documental no sólo se preocupa de narrar la historia de cooper, sino que se remonta a los primeros pasos de Alice Cooper como banda y el período antes de la formación: la denominada época beatlemaniaca del entonces grupo «The Spiders», que a la postre sería Alice Cooper (nombre otorgado como respuesta durante una sesión en el tablero Ouija).
La obra resulta una obra bastante valiosa y relevante, pero que a veces cae en lugares comunes que no cumplen una finalidad específica. Aunque eso no excluye el hecho de que logre sorprender en ciertas partes del metraje.
Por sobre todo es un proyecto ambicioso desde su origen: el documental fue dirigido por tres directores y su narrativa es bastante curiosa: evita mostrar a personajes sentados hablando frente a una cámara. En vez de eso, utiliza unas ingeniosas animaciones de elementos fotográficos y material audiovisual. Resulta por ese motivo una obra muy ágil y jocosa.
Quizá el espirítu errático del documental sólo puede ser explicado por la figura a quien le rinde tributo. Alice Cooper, un personaje raro, intrincado y querible, ha tenido a cuesta esa doble personalidad que se ha prestado para la confusión durante períodos extensos en su vida. El documental es también así de ambiguo y que no deja de ser un aporte absoluto al mundo de la música.
