Primero, entendamos el punk no como sinónimo de mohicanos y símbolos de anarquía dibujados con spray en alguna pared, sino como una venia que tiene que ver con actitud, independencia física-mental y por sobre todo, coraje. En ese sentido, Divine o Harris Glenn Mistead fue una de las primeras en adoptar dicha postura.
I am Divine (2013), documental dirigido por Jeffrey Schwarz, es una suerte de homenaje de parte de los amigos, conocidos, familiares y compañeros de trabajo que tuvo la mal llamada drag queen (por ningún motivo debería sólo encasillarse dentro de una categoría que resulta ser tan competitiva).
De forma cronológica se narra la vida de Divine desde su nacimiento hasta su trágica muerte, en lo más alto de su carrera: ya había incursionado en la actuación (películas, obras, etc.), música y estaba a punto de entrar en el mundo televisivo.
Los datos, fotografías y videos recopilados para el documental son un aporte absoluto para armar una historia impecable y emotiva. Como sería imposible explicar el éxito de Divine sin John Waters, aquel último se luce entregando los detalles más sabrosos de la grabaciones de películas como Pink Flamingos (1972) o Female Trouble (1974), y también ahonda en la relación amor/odio que existía entre ambas geniales figuras.
Asimismo, la madre de Harris Glenn Mistead, las dreamlanders Mink Stole y Mary Vivian Pearce, el galán de los 50’s, Tab Hunter y la actriz Ricki Lake, rememoran en cámara los preciosos momentos que vivieron con Divine. Por supuesto, todos con una bastante cuota de humor y cierta rebeldía sesentera.
El obra audiovisual muestra el período bizarro (de la acepción francesa bizarre) y visceral de lo que representaba Divine, en su momento. Aunque también se rescata la época divina y apacible de una persona en el que todos están de acuerdo en mencionar que era «absolutamente querible». No por nada figuras como Elton John, Andy Warhol, David Bowie y Mick Jagger estaban empecinados en conocer a tan radical e ingeniosa cantante, actriz y performista.
Dejamos expuesto acá que es una de las obras que debería tener al menos un lugar dentro de la premiación (es decir, aparece John Waters y eso es un punto a favor absoluto). Aunque con los aplausos y vítores que tuvo en el estreno del sexto día en el Festival IN-EDIT NESCAFÉ 2014, debería darse por pagada. De todas formas, todos sabemos que en el ambiente de culto las reinas con esencia punk como Divine siguen siendo reinas.
